En tanto, 13.786 personas están desaparecidas.
En paralelo el Gobierno alertó de verduras con niveles de radiación excesivos.
El número de fallecidos por el terremoto y tsunami del día 11 en Japón aumentó este miércoles hasta las 9.301 personas mientras otras 13.786 se encuentran desaparecidas, de acuerdo con el último recuento de la policía japonesa.
A 12 días del terremoto de 9 grados en la costa noreste de Japón, el peor desastre natural tras la II Guerra Mundial, se teme todavía que aumenten las víctimas mientras se intenta restaurar las infraestructuras para poder atender a los damnificados.
Unas 320.000 personas han sido evacuadas de sus casas que en su mayoría se encuentran acogidas en los 2.100 refugios temporales habilitados por las autoridades.
Entre ellos se encuentran los 200.000 evacuados en los alrededores de la planta nuclear de Fukushima, donde técnicos y militares intentan hacer funcionar la electricidad en sus reactores para evitar fugas radiactivas.
Desde el grave seísmo del viernes 11, en Japón se han registrado casi 700 réplicas y prácticamente cada día hay un temblor de más de 6 grados en la escala Richter, que por lo general tiene su epicentro en la zona devastada.
Verduras contaminadas
El Gobierno de Japón informó este miércoles que encontró niveles excesivamente altos de radiación en 11 tipos de verduras procedentes de la provincia de Fukushima, donde se encuentra la central nuclear con problemas de fugas.
El Ministerio de Salud japonés pidió a la población que no consuma esos alimentos, que incluyen espinacas, brócoli y repollo, mientras que el Gobierno ordenó que se detenga la distribución de leche en Ibaraki, una provincia vecina a Fukushima, más al sur.
Si una persona ingiere 100 gramos del alimento con la mayor concentración de material radiactivo detectada hasta el momento durante 10 días, recibiría una radiación equivalente a la mitad de la exposición natural al medio ambiente durante un año.
En caso de que esa persona continúe ingiriendo estos vegetales el volumen de radiación recibida excedería los niveles considerados normales y no sería aconsejable para la salud.
