El papa Francisco envió una donación de 100 mil dólares para ayudar a la población afectada por el terremoto y tsunami que azotó el norte de la isla de Célebes, en Indonesia, el pasado viernes y que causó mas de 1.400 muertos y enormes destrozos.
Con esta donación, el papa quiere en esta primera fase de ayuda dar una "inmediata expresión de su sentimiento espiritual de cercanía paterna y de ánimo" a estas personas afectadas, informó en una nota el ministerio vaticano del Desarrollo Humano Integral.
"La suma será repartida para ayudar a las personas y territorios mayormente afectados con la colaboración de la Nunciatura Apostólica (en Indonesia)", añade el comunicado.
Se acaba el tiempo para los atrapados
El tiempo se acaba para los cientos de víctimas que se encuentran atrapados ya que este viernes se cumple el plazo dado por las autoridades para encontrar personas con vida bajo los escombros y el barro.
Así lo advirtió el portavoz de la agencia de gestión de desastres, Sutopo Purwo Nugroho, a los medios locales.
De momento, el número oficial de desaparecidos asciende a 113 personas, pero los equipos de rescate en el terreno aseguran que el número puede superar los mil.
Entre la desolación por la perdida de vidas humanas, el Gobierno y las ONG intentan mantener un mínimo de asistencia a los más de 70.000 desplazados, sobre todo en las zonas que permanecieron más tiempo incomunicadas, como Donggala, donde todavía necesitan comida, alimentos y gasolina.