La Cancillería manifestó "preocupación por la grave crisis de seguridad" que vive el país, y abogó por una solución "con total respeto a la democracia y a los derechos humanos".
La Cancillería dijo esperar que "esta situación se resuelva en el marco del Estado de derecho y de la institucionalidad vigente en Ecuador".
El Gobierno de Chile manifestó su apoyo al Ejecutivo ecuatoriano, después de que decretara un estado de excepción nacional tras varios días marcados por motines en las cárceles, carros bomba en la vía pública, y la fuga del peligroso narcotraficante Adolfo "Fito" Macías.
A través de un comunicado, la Cancillería expresó su "preocupación por la grave crisis de seguridad que está afectando al Ecuador y expresa su más enérgico rechazo a la violencia producida por grupos relacionados con el crimen organizado".
"Asimismo, entrega su apoyo a la institucionalidad ecuatoriana y envía un mensaje de solidaridad y respaldo a sus autoridades y a su pueblo", agrega el escrito.
Relaciones Exteriores cierra su pronunciamiento esperando que "esta situación se resuelva en el marco del Estado de derecho y de la institucionalidad vigente en Ecuador, con total apego y respeto a la democracia y a los derechos humanos".
Comunicado por situación de Ecuador
— Cancillería Chile 🇨🇱 (@Minrel_Chile) January 9, 2024
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La situación actual es fruto de más de una década de fortalecimiento del narco en Ecuador, donde se han instalado con éxito los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, que ven en ese país una ruta atractiva para la cocaína que se produce en Colombia.
Debido a la mentada fuga de "Fito", el pasado domingo se realizó un operativo de seguridad que derivó en motines en varias cárceles y que el presidente Daniel Noboa reuniera al Consejo de Seguridad Pública y del Estado, tras lo cual antisociales anunciaron una ola de violencia si es que el gobierno respondía de manera similar a Nayib Bukele en El Salvador.
Una vez que el mandatario anunció la medida excepcional, que estará vigente por 60 días, los actos de violencia se intensificaron en ciudades costeras como Guayaquil y Esmeraldas, donde continuamente se han reportado secuestros, atentados explosivos e incluso la toma del canal de televisión TC.
