"Encontraremos a los culpables", aseguró Rafael Correa.
Marina Menegazzo y María José Coni, de 21 y 22 años de edad, fueron encontradas muertas este domingo.
Familiares denunciaron la desapareción en redes sociales.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó este domingo que "la patria está de luto" por la muerte de las dos jóvenes argentinas cuyos cadáveres fueron encontrados hoy en el balneario de Montañita (oeste) y dijo que los culpables de su muerte serán hallados.
"La Patria está de luto. ¿Quién puede hacer algo así? Encontraremos a los culpables. Nuestro abrazo a las familias", escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
El gobernante, quien cuenta con 2,5 millones de seguidores en Twitter, según indica la red social, había reproducido previamente un mensaje de búsqueda de las jóvenes en el que se solicitaba ayuda para encontrarlas, se mostraba una fotografía de las chicas y se daban datos de su descripción física y de su indumentaria.
La noticia del hallazgo de las muchachas fue difundida hoy, también por Twitter, por el ministro del Interior, José Serrano, quien indicó que había hablado con los padres de las jóvenes.
Se trata de Marina Menegazzo y María José Coni, de 21 y 22 años de edad, respectivamente, que se encontraban desaparecidas desde el pasado lunes y bajo intensa búsqueda por parte de las autoridades ecuatorianas.
Detalles de la investigación
La Fiscalía General del Estado informó, en la misma red social y sin entrar en detalles, de que la administradora de un hostal y "un presunto testigo del hecho" fueron llevadas a declarar a la Fiscalía de Manglaralto, la parroquia a la que pertenece Montañita.
Agregó que ayer fue encontrado uno de los cadáveres, que presentaban heridas en la cabeza y el cuerpo, y el otro fue hallado hoy, e indicó que ambos cuerpos estaban embalados.
Las jóvenes se comunicaron por última vez con sus familias, en la provincia argentina de Mendoza, el pasado día 22, desde Montañita y ese mismo día tenían previsto partir hacia Lima, para allí abordar el día 25 un avión a Santiago de Chile y desde allí retornar a Mendoza en ómnibus.
Las chicas habían sufrido un robo en uno de los alojamientos por los que pasaron, por lo que no tenían dinero en efectivo y pensaban pedir transporte gratuito en un tramo de su ruta de viaje.
Las familias de las jóvenes habían expresado su temor de que hubieran caído en manos de una red de trata de personas.
