El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, reiteró este domingo que no va a renunciar por las acusaciones de acoso y comportamiento inapropiado que varias mujeres han vertido en su contra y atacó a los políticos que han pedido su renuncia en los últimos días.
"No voy a renunciar por alegaciones", zanjó Cuomo en una conferencia de prensa, en la que pidió que se deje trabajar a la fiscal general del estado, Letitia James, quien tiene abierta una investigación oficial a raíz de las primeras denuncias públicas.
Este fin de semana, otras dos mujeres que trabajaron en el pasado con Cuomo le acusaron de conducta inapropiada, lo que eleva a cinco el total de denuncias, cuatro de ellas en el ámbito laboral.
Una de las nuevas acusaciones, publicada por The Washington Post, es de Karen Hinton, quien fue responsable de prensa de Cuomo hace dos décadas y que asegura que el político la abrazó de forma inapropiada en un hotel, lo que la llevó a dejar apresuradamente la habitación en la que se encontraban.
Preguntado al respecto, Cuomo señaló que toda mujer tiene derecho a ser escuchada, pero recalcó que Hinton es desde hace mucho tiempo una "adversaria política" suya, "muy crítica" y que "ha hecho muchas acusaciones".
CRÍTICAS A QUIENES LO ACUSAN
Además, el gobernador atacó a los legisladores -algunos de su partido- que han pedido su renuncia, sugiriendo que lo hacen por motivos "políticos" y defendiendo que renunciar sería "antidemocrático".
"Yo fui elegido por la gente del estado. No fui elegido por políticos", señaló Cuomo, que recalcó que no va a actuar en base a "acusaciones", pues el sistema democrático se basa en el derecho a un proceso justo.
El pasado miércoles Cuomo se disculpó en público por haber hecho sentirse "incómodas" a mujeres que aseguran que él las acosó, pero negó haber tocado a ninguna de ellas de manera "inapropiada".
"Entiendo que actué de una manera que hizo a la gente sentirse incómoda, no fue intencionado y franca y profundamente pido perdón por ello, me siento muy mal por eso", dijo entonces en una rueda de prensa.
A las tres mujeres que habían denunciado el comportamiento de Cuomo se han sumado otras dos, Hinton y Ana Liss, que entre 2013 y 2015 trabajó con Cuomo, y dijo a The Wall Street Journal que el gobernador le hizo preguntas personales, se refirió a ella como "encanto" ("sweetheart" en inglés), le tocó la espalda durante una recepción y le besó la mano.
Liss explicó que inicialmente percibió esos comportamientos como "coqueteos inofensivos", pero con el tiempo ha pasado a verlos como una actitud "condescendiente" con ella como mujer.
"No es apropiado en ningún contexto", dijo al diario la mujer de 35 años.