La medida castigará a los negocios que den a Teherán petróleo refinado.
También va a aquellas instituciones financieras que apoyen la Guardia Revolucionaria.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmará este jueves las nuevas sanciones que aprobó la semana pasada el Congreso estadounidense en materia energética y del sector bancario contra el régimen iraní, informó la Casa Blanca.
La Cámara de Representantes y el Senado aprobó la semana pasada un proyecto de ley que impone sanciones contra negocios que den a Irán petróleo refinado y contra instituciones financieras que hagan negocio con la Guardia Revolucionaria iraní.
El texto indica que los bancos extranjeros que hagan negocio con bancos iraníes en la "lista negra" estadounidense tendrán dos opciones: cesar sus actividades o arriesgarse a que Estados Unidos les bloquee el acceso a su sistema financiero.
El Gobierno estadounidense estaría dispuesto a levantar las sanciones cuando el Ejecutivo certifique ante el Congreso que Irán cumple con los requisitos para salir de la lista de presuntos patrocinadores del terrorismo, y haya cesado en sus esfuerzos para desarrollar o adquirir armas de destrucción masiva y misiles balísticas y tecnología para lanzarlos, según el texto.
Obama firmará estas sanciones después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una nueva resolución endurecimiento de sanciones contra Irán por su negativa a detener el enriquecimiento de uranio.
Pese a que Irán insiste en que su programa nuclear tiene fines pacíficos, la comunidad internacional cree que bajo esa apariencia lo que busca Teherán es construir un arma nuclear.
Los legisladores presionaron a la administración de Obama durante meses para imponer sanciones unilaterales a Irán y aumentar la presión contra el régimen iraní.
Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas con Irán desde 1980, tras el asalto a la embajada norteamericana en la capital iraní y el triunfo un año antes de la Revolución Islámica.
