Jake Patterson, de 21 años, mantuvo como rehén a la menor de 13 por casi tres meses.
Un juez decidió otorgarle cadena de perpetua y 40 años adicionales.
El sujeto se obsesionó con la menor, luego de verla un día regresar del colegio.
Condenan a cadena de perpetua y 40 años adicionales a un joven que secuestró a una niña y mató a los padres de ésta en octubre pasado en Wisconsin, Estados Unidos.
Jake Patterson, de 21 años, secuestró a Jayme Closs, de 13, quien estaba desaparecida cuando hallaron a los padres de la niña -James y Denise Closs- quienes fueron encontrados muertos producto de un disparo en la cabeza.
Patterson tuvo a la menor secuestrada durante 88 días y fue encontrada el pasado 10 de marzo en un cabaña en una cabaña a 97 kilómetros de su casa.
La menor se escapó del lugar en que estaba raptada y una mujer la auxilió, y ese mismo día se detuvo a Patterson, quien confesó el crimen de los padres y el secuestro de la niña, con quien estaba obsesionado después de verla regresar del colegio.
Pocos detalles han trascendido de los 88 días de secuestro ya que el hecho de que Patterson se haya declarado culpable evitó que Jayme Closs tuviera que declarar.
En marzo pasado el sujeto se declaró culpable, ocasión en la cual Patterson se dirigió a los asistentes y dijo "Adiós, Jayme", en alusión a la víctima de su secuestro que no estaba en la sala, aunque sí dos docenas de familiares de Closs.
En Wisconsin no existe la pena de muerte y Patterson cumplirá las condenas sin derecho a libertad condicional, según dictaminó el juez.
