El presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró que ve "altamente improbable" avanzar en un acuerdo para evitar una subida de aranceles al 25 por ciento a 200.000 millones de dólares en importaciones de China y apuntó que podría aplicar un impuesto del 10 por ciento a los productos de Apple procedentes del gigante asiático.
El mandatario realizó estas declaraciones en una entrevista publicada en el diario Wall Street Journal pocos días antes de salir de viaje a Buenos Aires donde participará en la Cumbre del G20 y en la que está previsto que sostenga una reunión bilateral con el presidente chino Xi Jinping para tratar de rebajar las tensiones comerciales.
Trump ha advertido que si no se llega a un acuerdo con Xi para la apertura de su mercado a las exportaciones estadounidenses, proseguirá con su presión comercial sobre la segunda economía mundial.
En septiembre, EE.UU. impuso un arancel del 10 por ciento a 200.000 millones de dólares de importaciones chinas, y amenazó con gravar a 267.000 millones más.
"Si no logramos un acuerdo, entonces voy a poner también un arancel a los 267.000 adicionales" de o 10 o 25 por ciento, dijo al diario financiero.
China, en respuesta, ha criticado la agresiva política comercial de EE.UU. "por sus dañinas consecuencias", y aplicado medidas recíprocas a más de 60.000 millones de dólares en importaciones estadounidenses.
EE.UU. ha elevado el tono al acusar a China de diseñar sus aranceles de manera que afecten a productos procedentes de estados que votaron masivamente por el candidato republicano en los comicios presidenciales de 2016, con el supuesto objetivo de perjudicar a los legisladores republicanos en las pasadas elecciones legislativas del 6 de noviembre.
Asimismo, Trump explicó que no tendría objeción en gravar los productos del gigante informático Apple, como iPhones o ordenadores portátiles, producidos en China y vendidos en Estados Unidos.
"Puede ser. Puede ser. Depende de cual sea la tasa. Quiero decir, puede ser del 10 por ciento y la gente lo podría soportar fácilmente", apuntó sobre la empresa con sede en Cupertino (California).
A las empresas que han expresado preocupación sobre esta creciente presión arancelaria, el mandatario ofreció un solución sencilla: "Lo que les aconsejaría sería construir plantas en Estados Unidos y fabricar el producto aquí".
EE.UU. exportó a China en 2017 productos por valor de 130.000 millones de dólares, mientras que el gigante asiático exportó al mercado estadounidense 506.000 millones de dólares.