El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que "el odio no tiene cabida" en el país, al referirse a los tiroteos de Ohio y Texas, que dejaron 29 muertos y decenas de heridos el fin de semana.
"El odio no tiene cabida en nuestro país", afirmó Trump antes de abordar un avión hacia Washington tras pasar el fin de semana en su club de golf en Nueva Jersey.
"Tenemos que hacer que se detenga. Esto ha estado ocurriendo durante años... y años en nuestro país", agregó.
Sin embargo sostuvo que "tal vez hay que hacer más" en respuesta a la polémica de las políticas de uso de armas en el país, defendiendo así su administración y dijo que se "ha hecho mucho más que otras administraciones" relacionadas a este tema.
En unas breves declaraciones el mandatario indicó que los tiroteos eran parte "de un problema de salud mental" y evitó responder acerca del supuesto manifiesto antiinmigrante publicado por el sospechoso del tiroteo de El Paso, Texas.
Trump señaló que habló con los gobernadores de Texas y Ohio, el fiscal general William Barr y miembros del Congreso para ver qué medidas aplicar para frenar la violencia con armas de fuego.
El Departamento de Policía de Dayton, Ohio, detalló que el sospechoso utilizó una arma legalmente comprada con capacidad de disparar hasta 100 veces y que no existían antecedentes sobre ancedentes que hubiesen impedido la compra por parte del autor, identificado como Connor Betts, de 24 años, quien fue abatido.
En tanto, el tiroteo en un supermercado Walmart de la ciudad de El Paso, Texas, fue perpretado por Patrick Crusius, un hombre blanco de 21 años, fue detenido y se solicitará la pena de muerte por parte de la Fiscalía.
Los demócratas culparon a Trump por ambos tiroteos ya que su conducta "antiinmigrante" incentivó estos actos y denunciaron que se necesitan mayores esfuerzos para unir a los estadounidenses y no generar intolerancia.
"Matar a nueve personas y herir a 27 en menos de un minuto"
Por su parte, la alcaldesa de Dayton, Nan Whaley, manifestó su preocupación por el actuar del victimario: "El tirador fue capaz de matar a nueve personas y herir a 27 en menos de un minuto".
"Si no hubieramos tenido policías en la zona y las miles de personas que estaban disfrutando de su noche el sábado, lo que habría sufrido esta ciudad", agregó.
Respecto al hecho, el jefe de la policía local, Richard Biehl, explicó que "el sospechoso está identificado como Connor Steven Betts. Tiene un historial delictual mínimo como adulto, tuvo violaciones de tráfico por exceso de velocidad, no respetar controles y ceda el paso".
En el momento del ataque, "usaba una máscara, un chaleco antibalas y protección auditiva. Estaba armado con un rifle calibre .223 con un cargador de 100 balas", agregó.
