Trump se negó a responder en investigación civil sobre sus negocios en Nueva York

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| Periodista Digital: EFE

La investigación de Nueva York está dirigida por la fiscal general Letitia James, a la cual Trump acusó de desatar una persecución contra él para "propulsar su carrera política".

La causa intenta determinar si la compañía de Trump infló el valor de sus bienes para poder obtener préstamos y en paralelo redujo ese mismo valor con la intención de pagar menos impuestos.

Trump se negó a responder en investigación civil sobre sus negocios en Nueva York
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El expresidente Donald Trump (2017-2021) dijo que se negó a responder este miércoles a las preguntas de la fiscal general de Nueva York, encargada de la investigación civil sobre sus prácticas comerciales y el negocio inmobiliario de su familia, la Organización Trump, según informó el magnate en un comunicado.

"Por consejo de mi abogado y por (otras) razones, me negué a responder las preguntas sobre los derechos y privilegios otorgados a todos los ciudadanos en virtud de la Constitución de Estados Unidos", escribió el republicano en el comunicado que luego compartió en la red Truth Social.

La investigación de Nueva York está dirigida por la fiscal general Letitia James, a la cual Trump criticó duramente en su texto, acusándola de desatar una persecución contra él para "propulsar su carrera política".

Las pesquisas de James tratan de determinar si la compañía de Trump infló el valor de sus bienes para poder obtener préstamos bancarios y en paralelo redujo ese mismo valor con la intención de pagar menos impuestos.

La investigación es por la vía civil, por lo que en cualquier caso no podría presentar cargos criminales contra la familia Trump.

En su mensaje, Trump describe la investigación de la Fiscalía de Nueva York como "la mayor Caza de Brujas en la historia de los Estados Unidos" y agregó que "mi gran compañía y yo estamos siendo atacados por todos lados".

El testimonio de Trump se produce dos días después de que agentes del FBI registraran su propiedad de Mar-a-Lago, en Florida, como parte de una investigación federal no relacionada sobre si tomó documentos clasificados cuando dejó la Casa Blanca.

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