El director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, cuestionó duramente la agresiva actuación del presidente Donald Trump ante las protestas contra el racismo en EEUU, originadas desde la semana pasada tras el crimen del afroamericano George Floyd bajo custodia policial, que para el experto fue "un asesinato a sangre fría".
"Me atrevería a decir que es un Trump en campaña, esto tiene más bien una lógica electoral, y hay un mensaje doble: busca conectar con su base, movilizarla y alertarla, pero también persigue, en la lógica de polarización, mostrarle quizás a sector no tan radical que están en peligro los valores que representa la sociedad americana por (culpa de) unos radicales dispuestos a quemar y arrasar con todos, y que él es el presidente de la 'ley y el orden'", analizó en El Diario de Cooperativa.
"En una de esas la táctica le resulta y tenemos a Trump por otros cuatro años", apuntó, eventualidad ante la cual manifestó: "Ojalá no ocurra, yo tengo la peor opinión de él, es un hombre que miente como parte de su discurso habitual, es alguien que no cree en los valores democráticos y que ataca todo lo que no le sirve, ha demostrado ser alguien sin mayores escrúpulos; es lo que se comenta acá en Washington".
Asimismo, sobre la amenaza del mandatario de enviar al Ejército a los estados donde ha habido violentos disturbios, y en varios de los cuales los gobernadores desplegaron la Guardia Nacional, "la cosa no está tan clara", sostiene Vivanco: "Podría ocurrir si invoca una ley de 1807, diseñada para la insurrección y que depende de la solicitud que le hagan los gobernadores si la situación está fuera de control".
"Muchos se preguntan, ¿será simple propaganda? Con Trump hay que andarse con cuidado, porque maneja muy bien la propaganda oficial, pero también puede que lo intente concretar, y de alguna manera obligando, amenazando o extorsionando abiertamente a algún gobernador, para hacer un show, un circo que pueda mostrarle a su base que cuando dice que es el presidente de 'la ley y el orden' lo cumple", expuso el abogado.
Racismo y brutalidad policial "desmoralizante"
Respecto al tema de fondo que ha movilizado a parte de los estadounidenses, el racismo, analizó que "está muy presente en esta sociedad, especialmente hacia gente de color, que nos incluye a todos, latinos, hispanos, afrodescendientes, asiáticos, y se manifiesta en una cantidad de índices que demuestran el trato discriminatorio hacia estos sectores".
"Es un tema de alta discusión y siempre muy presente, donde los políticos de todos los sectores, salvo aquellos de posiciones propias de Trump, están buscando siempre abordar y paliar", agregó.
Sin embargo, "en el ámbito policial se manifiesta de una manera muy patente; yo llevo más de 33 años en EEUU y todos los años, y varias veces al año, hay escándalos espantosos de brutalidad policial, y con mucha frecuencia se anuncian medidas, en los tiempos de Clinton, de Obama e incluso en los de Bush, comisiones para establecer fórmulas de control, pero esto no mejora".
"Ni las cámaras que portan los policías han logrado reducir los abusos, y tampoco la diversificación: una de las más diversas es la de Baltimore, de mayoría de afrodescendientes y latinos, y es extremadamente violenta. Han fracasado hasta ahora todas las medidas", añadió el también ex abogado de la CIDH.
En ese sentido, afirmó que "las protestas han revelado una conducta increíblemente brutal, donde las policías no distinguen entre manifestantes pacíficos y violentos, se van contra todos con una fuerza, una violencia, enfrente de las cámaras, además agreden a periodistas que se identifican como tales, los empujan, los golpean, les disparan perdigones si es necesario".
"Hay uso prácticamente indiscriminado de los gases lacrimógenos, y el enfrentamiento ha sido brutal, y es muy desmoralizante porque no hay esfuerzo por profesionalizar las policías", concluyó.