La economía de Estados Unidos arrancó el año con un sólido crecimiento, una tasa anualizada del 6,4 % en el primer trimestre de 2021, aupada por el enorme estímulo fiscal lanzado por el Gobierno tras la aguda crisis provocada por la pandemia de covid-19, informó este jueves la Oficina de Análisis Económico (BEA).
Es el primero de sus tres cálculos sobre la actividad económica en el arranque del año, después de la contracción anual del producto interior bruto (PIB) del 3,5 % registrada en 2020.
La evolución del PIB entre enero y marzo fue del 1,6 % respecto al trimestre precedente.
"El aumento en el primer trimestre reflejó la continuada recuperación económica, la reapertura de negocios, y la continuada respuesta del Gobierno relacionada con la pandemia", señaló el informe trimestral.
Entre ellos, figuran las transferencias directas de hasta 1.400 dólares por ciudadano, la extensión del subsidio de desempleo y las ayudas a pequeñas y medianas empresas.
El presidente estadounidense, Joe Biden, que ha propuesto un multimillonario plan de inversión en infraestructuras y en programas de protección social, ha asegurado que el crecimiento de EE.UU. en 2021 podría superar el 6 % anual, algo que no ha sucedido en el país desde la década de 1980.
EL GASTO DE LOS CONSUMIDORES SE DISPARA
El dato de evolución del PIB de EE.UU. indica que "la economía está lista para correr y será como un año explosivo", en palabras de Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics.
"Obviamente, el consumidor estadounidense es el motor del tren y los negocios están invirtiendo con fuerza", subrayó Zandi en una nota a los clientes.
El gasto de los consumidores en EE.UU., que supone dos tercios de la actividad económica del país, subió un 10,7 % en el primer trimestre del año frente al 2,3 % registrado en el periodo anterior.
Asimismo, las importaciones continuaron su ascenso, con un alza del 5,7 %, mientras que las exportaciones bajaron un 1,1 %.
Este jueves también se divulgó el nuevo reporte de solicitudes semanales de subsidios de desempleo, que ahondó en la tendencia positiva en la primera economía mundial.
Las peticiones del subsidio por desempleo en Estados Unidos descendieron a 553.000 la semana pasada, en lo que supone la tercera semana consecutiva, desde hace más de un año, en la cual la cifra semanal de solicitudes ha estado por debajo de 600.000.
El índice de desempleo, que saltó a 14,4 % en abril de 2020, también ha ido bajando y quedó en el 6 % en marzo.
LA FED MANTIENE EL ESTÍMULO
Al repunte económico también contribuye el extraordinario estímulo monetario aportado por la Reserva Federal (Fed).
"En medio del progreso en la vacunación y el potente respaldo de políticas, los indicadores de actividad económica y el empleo se han fortalecido", señaló la Fed en su comunicado emitido este miércoles y en el que no se modificó la política monetaria.
El banco central estadounidense lleva con los tipos de interés de referencia entre el 0 % y el 0,25 % más de un año, después de un recorte abrupto en marzo de 2020.
Mantiene, asimismo, el ritmo de compra mensual de bonos del Tesoro de EE.UU. por 80.000 millones de dólares y activos respaldados por hipotecas en 40.000 millones adicionales desde junio pasado.
En las últimas semanas, los miembros del banco central han remarcado que se centrarán en los datos económicos, más que los pronósticos, antes de modificar los tipos de interés o comenzar la retirada de la compra de bonos.
"Estamos en las primeras fases en las que vemos estos buenos datos. Vamos a necesitar meses reiterados así antes de que podamos distinguir el optimismo sobre el futuro de que se cumpla ese futuro", apuntó la pasada semana Mary Daly, presidenta de la Fed de San Francisco en un encuentro virtual con periodistas.
La próxima reunión del banco central, que cuenta con un doble mandato de promoción del pleno empleo y estabilidad de precios, tendrá lugar el 15 y 16 de junio.