Joshua Maxwell cometió el crimen en octubre de 2000.
Secuestró y asesinó a Rudy Lopes cuando éste se encontraba fuera de servicio.
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| El hombre pidió perdón a los familiares de su víctima antes de morir. |
Un hombre que hace casi 10 años mató de un balazo en la cabeza a un policía hispano fue ejecutado con una inyección letal en Texas, Estados Unidos, después de que el Tribunal Supremo de Justicia de ese país rehusara reconsiderar su caso.
Fuentes del penal de Huntsville indicaron que Joshua Maxwell recibió la mortal inyección a las 23:03 GMT del jueves (20:03 hora chilena) y que su muerte se constató 25 minutos después.
Antes de la ejecución, Maxwell dijo que lamentaba lo que había hecho aunque estaba consciente de que con su arrepentimiento no iba a cambiar nada: "Siento haberles hecho pasar por todo, pero ya no lo puedo remediar", dijo a los familiares de su víctima, según una portavoz del penal.
Maxwell, de 31 años, fue declarado culpable de secuestrar y matar al policía Rudy Lopes en el condado de Bexar en un intento de asalto cuando la víctima se encontraba fuera de servicio. Una niña encontró el cuerpo maniatado de Lopes en la mañana del 12 de octubre de 2000, un día después de haber sido capturardo por su victimario.
El criminal fue capturado cuatro días después, tras enfrentarse a balazos con la policía de San Francisco (California), ante la cual confesó no sólo el homicidio de Lopes, sino también de otro hombre un mes antes, dijeron fuentes judiciales.
