El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, negó que esté planeando darse como ganador de las elecciones del próximo martes antes de que los resultados confirmen su victoria.
"Es una información falsa, vamos a ver qué pasa" en la noche electoral, dijo Trump a los periodistas en el aeropuerto de Charlotte, en Carolina del Sur, tras haber dado un mitin.
El gobernante se refería a la información publicada hoy por el diario digital Axios, el cual cita a tres fuentes anónimas que aseguraban que Trump ha dicho que se subiría a un podio a declararse vencedor el martes por la noche "si parece que está encabezando" los recuentos, "incluso si el resultado del colegio electoral aún depende de una gran cantidad de votos no escrutados en estados clave como Pensilvania".
Para que esto suceda, debería tener ventajas claras "en Ohio, Florida, Carolina del Norte, Texas, Iowa, Arizona y Georgia", varios de los estados clave de los que se cree que dependerá la elección.
Preguntado también por estas informaciones, su rival demócrata en las elecciones, Joe Biden, aseguró a los periodistas que su respuesta es que el presidente (Trump) no va a robar estas elecciones.
Pese a negar lo publicado, Trump confirmó que intentará que el recuento de los votos por correo se detengan tan pronto como cierren las urnas el martes.
Trump siembra la duda
"No creo que sea justo que tengamos que esperar mucho tiempo después de las elecciones" para saber el ganador, dijo el gobernante, que puso en duda la honestidad del sistema en los estados gobernados por demócratas, algo sin precedentes en EE.UU.
"Creo que es terrible que se puedan recolectar papeletas después de una elección", dijo Trump en referencia a la posibilidad de que los votos por correo cuenten aunque hayan sido recibidos después del cierre de las urnas siempre que hayan sido emitidos a tiempo.
"Tan pronto como terminen las elecciones, iremos con nuestros abogados", amenazó.
En concreto citó el caso de Pensilvania, uno de los estados más reñidos, y a su gobernador, el demócrata Tom Wolf, cuya honestidad puso en entredicho sin pruebas.
"No queremos tener a Pensilvania, donde hay como gobernador un tipo muy partidista... No queremos estar en una posición en la que se le permita ver llegar todos los días boletas (y pensar) 'a ver si solo podemos encontrar 10.000 votos más'", dijo.