El Gobierno de Estados Unidos ha reunificado a 2.458 niños de los 2.667 que fueron separados de sus padres en la frontera sur, según un informe presentado hoy jueves en una corte federal en el sur de California.
De los 209 menores cuyos casos aún no han sido resueltos, 25 continúan bajo cuidado de la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR) y en espera de ser llevados con sus padres, mientras que los otros 184 serán entregados a un familiar o tutor, ya sea porque los progenitores renunciaron a su derecho a la reunificación o se determinó que éstos representan un peligro para el bienestar del niño.
En algunos casos de padres deportados, éstos han pedido que sus hijos continúen en Estados Unidos ya que prefieren renunciar a ellos antes que exponerlos a las condiciones de violencia que hay en sus países de origen, según documentos de la corte.
Cuando el juez federal Dana Sabraw, con corte en San Diego, ordenó a finales de junio que se reunificara a todas las familias afectadas por la política de "tolerancia cero" contra la inmigración irregular, el gobierno había identificado a 2.654 menores afectados, aunque recientemente modificó dicho número a 2.667 niños.
La Administración del presidente Donald Trump y los abogados que representan a las familias indocumentadas han llegado a un acuerdo que se espera sea firmado el próximo 15 de noviembre, bajo el cual se reconsiderarán las peticiones de asilo para las familias que fueron separadas en la frontera.