El Pentágono rechazó las informaciones que señalan que el secretario de Defensa, James Mattis, considera ordenar el envío de nuevas tropas a la frontera sur de Estados Unidos, pero reconoció que está "atento" a la caravana de unos 7.000 migrantes que se dirige al país.
El capitán de la Armada Bill Speaks, portavoz del Pentágono, descartó, en declaraciones a Efe, esa posibilidad al asegurar que aún no se ha recibido una "solicitud de ayuda" por parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
En todo caso, el portavoz confirmó que el Departamento de Defensa y el de Seguridad Nacional trabajan para determinar de qué forma podría el Pentágono ayudar a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés).
"El Departamento de Defensa se compromete a seguir apoyando la seguridad del personal de la CBP, que trabaja en operaciones de control fronterizo, para incrementar la efectividad de esas operaciones, y apoyar los esfuerzos del DHS para frenar las entradas ilegales en Estados Unidos", concluyó Speaks.
Medios de comunicación locales informaron que Mattis podría ordenar a lo largo del día el despliegue la próxima semana de unos 800 militares en la frontera sur.
Speaks subrayó que "el Departamento de Defensa continúa vigilando los sucesos en la frontera suroeste de Estados Unidos, incluida la situación de la caravana de migrantes que se dirige hacia el norte desde México".
Según fuentes oficiales, unos 7.000 migrantes, principalmente procedentes de Honduras, se encuentran en México y se dirigen hacia el norte, con la intención de acceder al territorio estadounidense.
Acnur Américas: "La situación es preocupante"
Por su parte, en conversación con Lo Que Queda del Día de Cooperativa, María Rubí, gerente regional del Hub de Comunicación para Acnur Américas, la Agencia de la ONU para los Refugiados, afirmó que "
Rubí, que está acompañando "el contingente más grande" de la caravana en Chiapas, México, relató que "hay gente que quiere ir al norte buscando mejores oportunidades de trabajo, pero hay personas que vienen huyendo de la violencia y las persecuciones en sus países de origen".
Reconoció que "es difícil dar cifras exactas" sobre la cantidad de personas en la caravana y que pudieron verificar que "en Pijijiapan se encontraban aproximadamente 3.000 personas".
"La situación es preocupante. Estas personas caminan durante muchas horas bajo el rayo inclemente del sol. Es importante reconocer que la composición de la caravana un 60 por ciento se trata de familias con niños, hay muchos menores de cinco años y con estas condiciones tan adversas que van haciendo mella en la salud de los participantes de la caravana", expresó.
Indicó que "la gente está deshidratada, he visto algunos casos de golpe de calor, algunas personas han sufrido heridas en los pies debido a tanto tiempo camino. El camino ha hecho mella en la salud de las personas".
