El presidente estadounidense, Joe Biden, aprobó formalmente el despliegue de 3.000 soldados estadounidenses en países aliados en el este de Europa en medio de las tensiones militares con Rusia por la crisis de Ucrania.
La información fue confirmada por el Pentágono durante este miércoles, done el portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby, dijo que 1.000 militares se desplegarán en Rumanía, mientras que otros 2.000 serán enviados a Polonia y a Alemania.
"La situación actual exige que reforcemos la postura disuasiva y defensiva en el flanco este de la OTAN", subrayó Kirby.
"Es un escuadrón de ataque y una unidad de caballería que están diseñados para desplegarse en corto plazo y moverse rápido una vez que estén situados", apuntó el portavoz, que agregó que esos efectivos se sumarán a los 900 que actualmente EE.UU. tiene en Rumanía.
En paralelo, unos 2.000 militares, que se encuentran ahora en suelo estadounidense, viajarán en los próximos días a Europa: Por un lado estarán miembros de la División 82 aerotransportada, que desplegará un equipo de combate de infantería en Polonia. En respuesta a una pregunta de una periodista, Kirby aclaró que la mayoría de esos 2.000 efectivos irán a Polonia. Por otro lado, el Cuerpo 18 aerotransportado enviará un equipo de trabajo a Alemania.
Este grupo "está entrenado y equipado para una serie de misiones para disuadir de la agresión y reafirmar nuestro compromiso con los aliados", indicó Kirby, quien remarcó que estas serán misiones "temporales" y no permanentes, y que no van a ir a luchar a Ucrania.
El Pentágono recordó que aparte de estas fuerzas EE.UU. mantiene a 8.500 soldados en su territorio en "alerta elevada", que están listos para ser movilizados, pero que de momento no lo van a hacer.
Kirby precisó, además, que los efectivos que se mandan a Rumanía estarán bajo mando estadounidense, sin detallar si los que van a Polonia y Alemania estarán bajo ese mando o el de la OTAN. Recordó que los 8.500 que están en "alerta elevada" en EE.UU. se desplegarían bajo la Fuerza de Respuesta de la Alianza Atlántica.
La tensión se ha disparado en el último mes por la concentración de más de 100.000 soldados rusos en la frontera con Ucrania. Moscú ha repetido en varias ocasiones que no quiere una guerra con Kiev y que no amenaza a Ucrania.