Los candidatos Donald Trump y Marco Rubio insistieron en la necesidad de construir un muro en la frontera de EE.UU. con México, mientras que Jeb Bush abogó por eliminar las "ciudades santuario", durante el primer debate televisado entre los 10 aspirantes republicanos a la Casa Blanca.
"Si no fuera por mí, no estaríamos ni siquiera hablando de inmigración ilegal", respondió el magnate Trump al ser preguntado por uno de los moderadores del debate, organizado por la cadena Fox, sobre los polémicos comentarios en los que calificó de "violadores" y "criminales" a los inmigrantes mexicanos.
"Tenemos que construir un muro y tiene que ser rápidamente", enfatizó Trump, quien volvió a culpar a la prensa de haber distorsionado sus declaraciones sobre los mexicanos.
El senador Rubio coincidió con Trump en que hay que construir un muro en la frontera y dijo que entiende la "frustración" de muchos estadounidenses ante la inmigración ilegal.
Según Rubio, de origen cubano, la "mayoría" de los inmigrantes que llegan ilegalmente a EE.UU. "no vienen de México", sino de países centroamericanos como Guatemala y Honduras.
Por su parte, Bush, ex gobernador de Florida, comentó que "hay que controlar la frontera" y abogó por eliminar las llamadas "ciudades santuario", en las que las autoridades locales protegen de la deportación a inmigrantes indocumentados y donde, según dijo, "la gente está muriendo".
Bush también se mostró contrario a una "amnistía" para los inmigrantes indocumentados, al igual que el senador Ted Cruz.
El primer debate entre los diez aspirantes republicanos mejor situados en las encuestas se celebró en Cleveland (Ohio) en medio de una gran expectación mediática.