El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, accedió este sábado a suspender durante 90 días su plan de subir del 10 al 25 por ciento los aranceles estadounidenses a productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares, mientras negocia con Pekín "cambios estructurales" a su política económica.
A cambio, el mandatario chino, Xi Jinping, se comprometió a aumentar "sustancialmente" las compras de Pekín de "productos agrícolas, energéticos, industriales y de otro tipo" procedentes de Estados Unidos, informó la Casa Blanca en un comunicado.
El acuerdo resultó de la cena de dos horas y media que Trump y Xi mantuvieron en Buenos Aires al término de su participación en la cumbre del G20.
"Esta ha sido una reunión increíble y productiva, con posibilidades ilimitadas tanto para Estados Unidos como para China", dijo Trump en el comunicado distribuido por la Casa Blanca.
El anuncio llegó poco después de que la cadena de televisión estatal china asegurara que ambas potencias se habían comprometido en la cena a no imponer nuevos aranceles a partir del 1 de enero, mientras ambos países continúan sus conversaciones.
Según la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, Trump accedió a "dejar en el nivel del 10 por ciento los aranceles a productos chinos por valor de 200.000 millones de dólares a partir del 1 de enero de 2019, y no subirlos por ahora al 25 por ciento".
"Los presidentes Trump y Xi han accedido a comenzar inmediatamente negociaciones sobre cambios estructurales sobre la transferencia forzada de tecnologías, la protección de la propiedad intelectual, las barreras comerciales no aduaneras, las intrusiones cibernéticas y el robo cibernético, los servicios y la agricultura", indicó Sanders.
Las potencias esperan completar negociaciones en tres meses
Ambas potencias tratarán de completar esas negociaciones "en los próximos 90 días", y si cuando acabe ese periodo no hay acuerdo, "los aranceles del 10 por ciento se subirán al 25 por ciento", explicó la portavoz.
Sanders añadió que China se ha comprometido a comenzar "inmediatamente a comprar productos agrícolas" a Estados Unidos para "reducir el desequilibrio comercial" bilateral, y aunque no identificó esos bienes, informes de prensa habían apuntado a que podía tratarse de soja y gas natural.
De acuerdo con la Casa Blanca, Xi también le dijo a Trump que está "dispuesto a aprobar" la compra de la holandesa NXP por parte del fabricante de chips estadounidense Qualcomm, que hasta ahora no ha recibido el visto bueno de Pekín, si "le vuelven a presentar" ese proyecto de operación.
Trump y Xi hablaron también sobre el proceso de distensión con Corea del Norte, y acordaron que "se han hecho grandes avances" en ese sentido y que tanto el líder estadounidense como el norcoreano, Kim Jong-un, están decididos a lograr "una península coreana desnuclearizada", indicó la portavoz.