Estados Unidos trabaja con Ucrania a fin de evitar que las armas que está proporcionando a Kiev para que se defienda de la invasión de Rusia sean desviadas a otros usos, informó este martes en Bruselas la subsecretaria de Control de Armamentos y Seguridad Internacional de EEUU, Bonnie Denise Jenkins.
"Seguimos trabajando con el gobierno ucraniano en lo que respecta a la salvaguarda de los equipos de defensa de origen estadounidense (...) Estamos trabajando muy estrechamente con ellos en todas las formas posibles para salvaguardar y dar cuenta de los equipos que realmente van a Ucrania", indicó Jenkins en una rueda de prensa telemática tras haberse reunido desde el lunes en la capital belga con funcionarios de la OTAN y la Unión Europea.
En todo caso, la responsable estadounidense reconoció que "es una situación difícil la que existe" en Ucrania.
"Estados Unidos se toma muy en serio nuestra responsabilidad de proteger las tecnologías de defensa de origen estadounidense y evitar su desvío o proliferación ilícita. Así que estamos colaborando activamente con Ucrania para garantizar la responsabilidad de la asistencia, incluso en medio del difícil conflicto", comentó.
Según dijo, EEUU "evalúa de forma rutinaria" la posibilidad de que se produzca un desvío de armas.
"En realidad, sólo quiero destacar que el camino más eficaz para reducir el riesgo sería que Rusia pusiera fin a esta guerra y retirara sus fuerzas de Ucrania", aseveró.
El Gobierno de Estados Unidos anunció el pasado viernes un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania de 400 millones de dólares, con armas de "mayor capacidad de precisión".
Una funcionaria de alto rango del Departamento de Defensa explicó en una llamada con periodistas que este nuevo paquete contiene cuatro Sistemas de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS, en inglés) y municiones para estos proyectiles de largo alcance.
Preguntada por si durante sus reuniones con socios de la UE y la OTAN abordó cómo evitar una guerra nuclear con Rusia, y si ese temor les ha llevado a mantener una actitud menos agresiva en la defensa de Ucrania, Jenkins dijo que las discusiones se centraron principalmente en "la forma de seguir proporcionando la ayuda necesaria para que Ucrania defienda su soberanía".
"Reconocemos, por supuesto, que Rusia es un Estado poseedor de armas nucleares. También sabemos que ha habido ruido de sables nuclear por parte de Rusia en las últimas semanas. Pero también reconocemos que tenemos una situación con la que tenemos que lidiar sobre el terreno en el día a día", comentó al respecto.
"Lo que puedo decir, en lo que respecta a las cuestiones nucleares rusas, es que seguimos centrándonos en el control de armas", recalcó, y lamentó en ese contexto que su país tuviera que suspender las conversaciones de estabilidad estratégica con Moscú como resultado de la invasión rusa de Ucrania.
Agregó que "queremos volver a hablar de cuestiones nucleares en ese tipo de cuestiones con Rusia, pero desgraciadamente, debido a la invasión, no hemos podido hacerlo", por lo que en este momento se están "centrando en la cuestión importante que tenemos entre manos, que es proporcionar la ayuda que (Ucrania) necesita para defender su territorio" y en el control de armas.