El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, declaró este sábado que su país "nunca se detendrá" en su lucha contra el terror tras confirmarse la captura, en una operación militar de EE.UU. en Libia, de un importante líder de Al Qaeda.
"Estados Unidos seguirá tratando de llevar a la gente frente a la Justicia de manera adecuada, con la esperanza de que este tipo de actividades contra todo el mundo paren", declaró Kerry en Bali durante una conferencia de prensa previa a la cumbre de jefes de Gobierno y Estado del Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico, afirmó.
Kerry agregó que "los miembros de Al Qaeda y otras organizaciones terroristas pueden correr, pero no pueden esconderse".
El Pentágono confirmó anoche la detención de Abu Anas al Libi, acusado de planificar los ataques en 1998 contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania, durante una operación antiterrorista en la capital de Libia.
El portavoz oficial del Pentágono, George Little, también confirmó que militares estadounidenses habían participado en una operación "contra un conocido terrorista de Al Shabab" en Somalia, aunque en este caso sin precisar si se produjo alguna detención.
Al Libi figuraba en la lista de fugitivos más buscados por Estados Unidos, al menos desde el 2000, cuando un tribunal de Nueva York lo acusó de participar en la planificación de los ataques a las dos embajadas de EE.UU. en África.
El FBI había ofrecido una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que condujera a su captura.