Las máximas autoridades de los organismos sanitarios de Estados Unidos confirmaron la muerte de una mujer y otra que se encuentra en estado grave debido a una reacción adversa a la vacuna de Johnson & Johnson, de la cual se decidió detener las inoculaciones.
En total son seis casos de reacción adversa a la vacuna, según los responsables de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, en inglés) y la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA, en inglés), quienes decidieron pausar uso de esta vacuna para revisar todos los antecedentes.
Una suspensión que, como recordaron, es una recomendación y no un mandato porque, según las autoridades sanitarias de EE.UU., la cifra de afectados es muy pequeña y si un profesional médico y su paciente lo deciden, pueden continuar con la inoculación.
El médico Peter Marks, responsable del Centro de Evaluación Biológica e Investigación de la FDA, explicó que las seis personas con efectos adversos han sufrido un tipo raro de trombosis cerebral, reconociendo que son similares a los registrados con la vacuna de AstraZeneca.
Por su parte, la subdirectora principal de los CDC, Anne Schuchat, pidió a los ciudadanos que se hayan puesto esta vacuna en las últimas dos semanas que vigilen los síntomas y acudan al médico si tienen dolores fuertes de cabeza, abdominales o en la pierna, además de dificultad para respirar y solicitó a los profesionales médicos que cuando encuentren pacientes con niveles bajos de plaquetas comprueben si han sido vacunados recientemente.
En cualquier caso, Schuchat recalcó que quienes lleven más tiempo vacunados con esta fórmula no tienen por qué sufrir efectos adversos, y añadió que no se puede generalizar porque los casos registrados suponen una cifra muy pequeña.