Un fallo eléctrico fue la causa del incidente mortal ocurrido el lunes en el metro de Washington, Estados Unidos, en el que murió una mujer y 83 personas resultaron heridas, al menos dos de ellas de gravedad.
La Junta Nacional de Seguridad del Transporte de Estados Unidos (NTSB, por su sigla en inglés) ha determinado que el origen del abundante humo que llenó uno de los túneles del metro fue un arco eléctrico.
Carol Glover, de 61 años, es hasta ahora la única víctima mortal del incidente, en el que decenas de personas quedaron atrapadas durante al menos media hora en un tren de la línea amarilla, que conecta la capital con el vecino estado de Virginia.
Numerosos pasajeros se han quejado de que los bomberos tardaron demasiado en llegar, aunque la alcaldesa de la capital, Muriel Bowser, defiende que la respuesta de los servicios de emergencia fue la adecuada.
Este lunes, la estación de metro L'Enfant Plaza, una de las de mayor tráfico de la ciudad, comenzó a llenarse de humo, al igual que uno de los trenes que en ese momento abandonaba la estación.
Los vagones quedaron invadidos rápidamente por un espeso humo que impedía ver y dificultaba la respiración, por lo que algunos pasajeros tuvieron ataques de ansiedad y otros se desmayaron.
El suceso está ahora bajo investigación de varias agencias y la Policía de la ciudad.
Este es el primer suceso en el metro de Washington con un pasajero muerto desde un choque de junio de 2009, cuando murieron ocho personas que viajaban en un tren de la línea roja.
Dos pasajeros en estado crítico están siendo atendidos en el hospital George Washington, mientras que otros 40 fueron al Howard University y el resto son vistos en el MedStar Washington Hospital Center.
La estación fue evacuada, permaneció cerrada durante unas horas tras el suceso y reabrió el lunes por la noche.