Dos agentes del Departamento de Policía de Nueva York fallecieron después de que ambos fueran tiroteados cuando se encontraban en el interior de su auto de patrulla en el distrito de Brooklyn.
El supuesto agresor también murió poco después tras huir de la escena y aparentemente quitarse la vida en una estación de metro cercana cuando era perseguido por la Policía.
Según las primeras informaciones, el hombre se aproximó al vehículo policial en la intersección de las avenidas Myrtle y Tompkins y abrió fuego directamente, alcanzando a los dos policías, que fueron trasladados rápidamente a hospital Woodhull, donde fallecieron.
"Es una ejecución", dijo una fuente policial al diario New York Post, que difundió dos fotografías publicadas en las redes sociales por el supuesto agresor horas antes de la matanza.
En una de ellas puede verse una pistola y en la otra unos pantalones y zapatillas similares a los que se ven en las imágenes del supuesto atacante siendo atendido por los servicios de emergencia tras el tiroteo.
En los mensajes que acompañan a esas fotografías el sospechoso habla de su intención de vengar la muerte de Eric Garner, el hombre negro que falleció en julio pasado después de que un agente de Policía lo inmovilizara con una llave ilegal.
El caso ha provocado fuertes protestas en Nueva York, especialmente en las últimas semanas, después de que un gran jurado decidiera no imputar al policía implicado.
La muerte de los agentes es la primera de un policía en servicio por disparos en Nueva York desde 2011.