Antonio Basco, viudo de Margie Kay Reckard (de 63 años), asesinada en el tiroteo de El Paso, contactó a la funeraria Perches Funeral Home para realizar el velatorio de su mujer, y advirtió a la empresa que no tenía parientes, por lo cual los dejó a cargo de las invitaciones para cualquier persona que quisiera asistir.
Ante esta situación, Perches Funeral Home publicó una invitación a través de Facebook en la que se señalaba que "el señor Antonio Basco estuvo casado 22 años con su mujer, Margie Reckard. No tiene más familia que ella. Da la bienvenida a quienquiera que asista al funeral de su esposa".
La publicación fue compartida 14 mil veces y contó con 950 mil confirmaciones, por lo cual decidieron cambiar el recinto a uno con mayor capacidad. "Hemos recibido encargos de flores desde Australia", relataron.
Ante el conmovedor respaldo de las personas, el director de la funeraria, Harrison Jonson, señaló que "esta es una comunidad que se ha congregado para acompañarlo, para sostenerlo", informó el diario The New York Times.
Cientos de personas llegaron a la ceremonia para acompañar a Basco y despedir a su mujer, registrándose largas filas en las puertas del centro espiritual La Paz de El Paso, donde se realizaron las exequias.
Basco, quien temía enterrar solo a su mujer, recibió abrazos y muestras de cariños de la comunidad, sumándose unas mil coronas y arreglos florales que fueron enviadas desde la zona y hasta del extranjero.
El hombre expresó ella fue su "primer amor" y que "le encantaban las flores, de todo tipo. Podría recorrer las calles y recoger flores pisoteadas miles de veces y a ella le parecían tan bonitas como un millón de dólares".
Dentro de los asistentes, Víctor y Mary Perales, que habían perdido a su hijo hace dos años en el mismo lugar (por otros motivos), explicaron que fueron al funeral "para darle un abrazo -a Antonio Basco- y decirle que nosotros podemos ser su familia".