La ONU dijo este martes que la masacre ocurrida en Orlando, en la que murieron 49 personas que se encontraban en una discoteca gay, está directamente relacionada con el fácil acceso a las armas, incluso para personas con antecedentes de enfermedades mentales o de violencia doméstica.
"Los asesinos, que en muchos casos están claramente perturbados, tienen diferentes orígenes. No hay ninguna raza o religión que domine este tipo de actos, el problema son las armas", dijo el portavoz de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Rupert Colville, rechazando la identificación que desde algunos sectores políticos en Estados Unidos se intenta hacer entre terroristas y musulmanes.
"Es muy difícil encontrar una justificación para la facilidad con la que se pueden comprar armas de fuego sin considerar los antecedentes criminales o de violencia domestica, la relación con las drogas, el contacto con grupos extremistas o la existencia de problemas mentales", opinó, en tanto, el alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra'ad Al Hussein.
"¿Cómo es posible que cualquiera pueda obtener un rifle de asalto o cualquier otra arma diseñada para matar a grandes cantidades de personas", agregó Zeid, condenando duramente la propaganda "irresponsable" en favor de las armas según la cual éstas permiten que una sociedad sea más segura.
"Todas las pruebas demuestran lo contrario", aseguró Zeid, quien urgió a las autoridades estadounidenses a que legislen para hacer más difícil la compra y tenencia de armas.
"La sociedad, especialmente las comunidades más vulnerables y las minorías que ya se enfrentan a los prejuicios, están pagando un precio muy alto por el error de las autoridades de ponerse de lado de los grupos de presión que promueven las armas, en vez de tomar medidas para proteger a sus conciudadanos", enfatizó, calificando "la posesión de armas, cualquier sea la razón, e incluso para la defensa personal", como "un problema para las sociedades en su conjunto".