Un pedófilo confeso, que quiere legalizar el incesto, postula al congreso en EE.UU.
Nathan Larson incluso calificó como un "derecho" que un hombre golpee a su esposa.
Nathan Larson incluso calificó como un "derecho" que un hombre golpee a su esposa.
Las inquietantes visiones de un candidato al congreso en Virginia, EE.UU. tienen a miles de personas preguntándose en redes sociales cómo un hombre que defiende la pedofilia y el incesto puede postular a un cargo público.
Nathan Larson aspira a un escaño a sus 37 años pese a que hace una década fracasó cuando se postuló a la Cámara baja estatal y a que cumplió una condena por haber amenazado de muerte en 2009 al entonces presidente, Barack Obama.
Pero lo más perturbador de Larson es que aseguró que quiere legalizar el incesto y el "derecho" de un hombre a golpear a su esposa.
"Muchas personas están cansadas de la corrección política y de verse constreñidas por ella. La gente prefiere a un intruso que no tiene nada que perder y que desea decir aquello que está en la mente de muchos", explicó en una entrevista concedida a Huffington Post, donde además confirmó ser un pedófilo.
Larson, que es padre de una niña, no tuvo problemas en reconocer a los periodistas que él era el principal responsable de una serie de foros de internet cuya finalidad era dar consejos a pederastas.
En estos foros, el aspirante a congresista, que considera que el término pedófilo es apenas "una etiqueta", defendía el incesto y se vanagloriaba de haber violado a su ex esposa fallecida.
Asimismo, recomendaba a todos aquellos que se sientan atraídos por los menores de edad el recurrir a los servicios de adopción, para así poder elegir el género de sus "juguetes sexuales".
Su caso no es el único que ha sucitado asombro y perplejidad entre votantes estadounidenses, quienes también cuestionan a una oleada de candidatos homófobos y racistas.
Otro aspirante que llama la atención es el también independiente Don Blankenship, que acaba de dar el salto a la política después de cumplir un año de prisión por su implicación en la muerte de 29 trabajadores, en 2010, a causa de la explosión registrada en una mina propiedad de la empresa que él dirigía.
Blakenship, que se define como "más 'trumpista' que Trump", rechaza mantener un perfil bajo en su carrera hacía el Senado por Virginia Occidental y busca la notoriedad con declaraciones que han sido tildadas de irrespetuosas e incluso de racistas.
De hecho, el polémico candidato, de 68 años, echó por tierra su deseo inicial de representar al Partido Republicano al emitir un video electoral en el que acusaba al líder de la mayoría conservadora en el Senado, Mitch McConnell, de ser un cocainómano y de beneficiarse del dinero de la "familia china" de su mujer, Elaine Chao.
En esta misma línea, el republicano Patrick Little, se quejaba a principios de mayo de haber sido expulsado de la convención que su partido celebró en San Diego (California) por negarse a "servir a Israel".
Las posibilidades de éxito de Little, que aún aspira a un puesto en la Cámara alta y se define en su página web como un "defensor de los blancos", son escasas ya que, aún en caso de alzarse vencedor en las primarias, en noviembre se deberá enfrentar a la demócrata Dianne Feinstein en ese bastión liberal que es California.
También con su candidatura en juego en las primarias de California, Jazmina Saavedra aspira a un escaño en el Congreso pese a las trabas que le pusieron las redes sociales, algunas de las cuales, según ha dicho, le han privado de su "derecho a la libertad de expresión".
Con estas palabras, Saavedra criticaba hace días la decisión de Facebook de bloquear su cuenta después de que publicara en ella un vídeo en el que atacaba las leyes que han obligado a la implantación en algunos estados de aseos públicos unisex, ya que, según dijo, no permiten saber "quién puede estar detrás de esa puerta".