La Policía y cuerpos de seguridad rodearon las instalaciones ferroviarias que había comenzado a funcionar casi con normalidad tras la tragedia ocurrida en el lugar.
La estación Atocha en Madrid, que el jueves fue blanco de atentados terroristas, fue desalojada este viernes, minutos después de que se recibiera un aviso de bomba que finalmente resultó ser falso.
Luego de la amenaza, vehículos de la policía y de otros cuerpos de seguridad rodearon las instalaciones de la estación, uno de los principales nudos ferroviarios de España, que había comenzado a funcionar casi con normalidad tras los atentados del jueves.
El desalojo se produjo sobre las 11:00 GMT, después de que comenzó una concentración silenciosa en las inmediaciones de esa estación que, como en el resto de España, que fue convocada para repudiar los atentados contra cuatro trenes.
Numerosos ciudadanos que habían permanecido en el lobby interior de la estación, concentrados con velas, salieron corriendo cuando los agentes de la Policía pedían a todos que se alejaran de la zona.
Ambulancias de los servicios de emergencia sanitarios también acudieron al lugar, donde se registraron escenas de llanto y de miedo.
En el momento de producirse el desalojo, el presidente de la compañía estatal ferroviaria (Renfe), Miguel Corsini, asistía junto al secretario de Estado español de Infraestructuras, Benigno Blanco, y otros directivos de la empresa a la concentración silenciosa.
Blanco se limitó a decir que el desalojo fue ordenado por las fuerzas de seguridad, que lo habían considerado inicalmente conveniente, y agregó que en la estación se limitaron a seguir esas órdenes.
Poco después de las 11:25 hora local (10:25 GMT), la Policía permitió de nuevo el acceso a las instalaciones ferroviarias que van recobrando la normalidad en su funcionamiento. (EFE)
