La policía regional catalana considera que el argelino abatido este lunes tenía una voluntad "claramente homicida" al abalanzarse sobre una agente en una comisaría de Cornellà de Llobregat en Barcelona, y por ahora investiga lo sucedido como un "atentado terrorista".
Los hechos son "extremadamente graves", ya que el hombre entró en las dependencias policiales armado con un cuchillo al grito de "¡Alá!", con una actitud "predeterminada" a agredir a la agente y "acabar con su vida", según el jefe de la Comisaría Superior de Coordinación Central, Rafael Comes.
En estas circunstancias, la policía disparó con su arma de fuego para repeler la agresión y salvar la vida.
El agresor era una persona de 29 años nacida en Argelia y residente en la misma localidad. Contaba con un documento oficial español de identificación de extranjeros a nombre de Abdelouahab T. y no tenía antecedentes policiales.
En las últimas horas, la policía se ha dedicado a registrar la vivienda del atacante y acordonar el edificio donde residía, además de ordenar a sus vecinos a abandonar el lugar por la posibilidad de que haya explosivos en el interior.
Por ahora, a los investigadores no les consta ninguna vinculación del asaltante con los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils cometidos hace un año, el 17 de agosto de 2017, cuando 16 personas murieron y más de cien resultaron heridas por atropello.
En un primer momento, una juez de guardia de Cornellà ordenó la incautación del arma con que la policía se defendió y encargó pruebas de balística.
Sin embargo, será la Audiencia Nacional española que se encargue finalmente del caso al tratarse de un supuesto caso de terrorismo.