El líder del conservador Partido Popular (PP) será el candidato para ser investido presidente del Gobierno español, según propuso este martes el rey Felipe VI tras consultar con los partidos que tienen representación parlamentaria.
Feijóo es el líder del partido más votado en las elecciones generales del pasado 23 de julio, con 137 escaños de los 350 que conforman en Congreso. Cuenta con el apoyo del ultraderechista partido Vox y sus 33 escaños, más otros dos de sendos partidos regionalistas, aunque insuficientes para lograr la mayoría absoluta del Congreso.
La Casa del Rey explicó que propuso al líder del PP para presidir el Gonierno, pese a no contar con mayoría suficiente para su investidura, para seguir con la "costumbre" de proponer al que haya obtenido más escaños en las elecciones generales.
La Constitución española establece que tras las consultas con los partidos con representación parlamentaria, el monarca "propondrá un candidato" a la investidura como jefe del Gobierno.
DOS CANDIDATOS
Por primera vez, el rey se encontró con dos políticos que se ofrecen como candidatos para presidir el Gobierno de España, Feijóo y el actual presidente del Gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez.
El monarca optó por proponer al candidato que más respaldo tiene a día de hoy, pues Sánchez parte de 152 (los de su partido PSOE y la formación de izquierdas Sumar) y debe cerrar pactos con otras fuerzas para lograr una mayoría.
El político conservador apoya su candidatura en que el PP fue el partido que ganó las últimas elecciones generales y con el apoyo de los otros tres partidos cuenta con 172 votos a favor, a cuatro de la mayoría absoluta, establecida en 176.
En rueda de prensa tras reunirse con el monarca, Feijóo admitió que "ningún partido dispone de mayoría absoluta", pero consideró que, dado los resultados electorales y los apoyos con los que cuenta, es su "deber" acudir a la investidura.
Por su parte, Sánchez, en una comparecencia ante la prensa tras entrevistarse con el monarca, subrayó que solo su partido está en condiciones de alcanzar el respaldo parlamentario necesario, como se vio el pasado jueves al lograr la presidencia del Congreso de los Diputados una socialista, y que tiene el convencimiento de que puede contar con él.
SE ABRE LA NEGOCIACIÓN
Una vez que el rey propuso a Feijóo, ante la fragmentación política que se da en el actual Congreso español, se presentan días de intensas negociaciones para que el líder del PP logre conseguir los votos necesarios para ser investido presidente del Gobierno, a priori poco probable ante la oposición frontal que su principal aliado, el ultraderechista Vox, despierta en el resto de la Cámara.
En España es la Cámara baja la que elige al presidente del Ejecutivo, quien debe conseguir en primera votación la mayoría absoluta, 176 votos a favor de los 350 diputados que la componen.
Si no lo consigue, en una segunda votación la investidura sale adelante con mayoría simple (más síes que noes).
De momento, ningún otro grupo de los once que compone el Congreso actual se ofrece para apoyar su candidatura, por lo que tendría que conseguir al menos la abstención de alguno de ellos para ser elegido en segunda votación.
Si el candidato tampoco consiguiera la elección por mayoría simple, puede haber otras votaciones posteriores tras las consiguientes negociaciones políticas, lo que abriría la puerta a que Sánchez se presente después a la investidura en caso de un fracaso de Feijóo.
Y, si dos meses después de la primera votación no hay un presidente del Gobierno elegido, se convocarían automáticamente nuevas elecciones en España.
De momento no hay fijada fecha para el debate de investidura, tarea que corresponde a la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, quien ha anunciado que abordará esta cuestión con el candidato Alberto Núñez Feijóo.
La Constitución española no dispone cuánto tiempo tiene que pasar entre que el rey propone candidato hasta que éste defiende su candidatura en el hemiciclo, por lo que el calendario político en España está abierto.