Algunas mujeres eran menores de edad.
Eran captadas por terceras personas en su país natal aprovechándose de su situación de vulnerabilidad.
También conseguían a mujeres paraguayas que ya residían en España y que atravesaban una situación económica complicada.
La Policía Nacional de España desarticuló una banda dedicada a la explotación sexual y laboral de mujeres paraguayas, algunas de ellas menores de edad, en la localidad de Tomelloso, y un juez decretó el ingreso a prisión de las dos cabecillas detenidas.
El local donde se explotaba a las mujeres estaba regido por una ciudadana paraguaya conocida como "Jazmín", a quien ayudaba su compañero sentimental de origen magrebí y una compatriota, informó este miércoles la Policía en un comunicado.
La investigación policial comenzó tras constatar la existencia de un club en el que se tenía la sospecha de que se explotaba a mujeres nacionales de Paraguay.
La cabecilla de la organización, "Jazmín", se surtía de mujeres que eran captadas por terceras personas en su país natal aprovechándose de su situación de vulnerabilidad.
Una vez aceptaban trabajar como prostitutas, tenían que solicitar un préstamo y, previamente aleccionadas, viajaban hasta Europa simulando ser turistas.
Ya en España, las víctimas se desplazaban hasta Tomelloso por sus propios medios o bien eran recogidas por la pareja de "Jazmín", un magrebí que se encuentra en paradero desconocido.
Pero la captación directa en Paraguay no era la única vía para atrapar a nuevas víctimas, pues, en algunos casos, conseguían a mujeres paraguayas que ya residían en España y que atravesaban una situación económica complicada.
Explotación laboral y sexual
Nada más llegar al club, las mujeres -mayores y menores de edad, cuyo número no se ha especificado- eran sometidas a la explotación laboral y sexual, al tiempo que tenían que hacer frente a la deuda contraída por el viaje.
También debían pagar el "alquiler" de las habitaciones numeradas en las que además de residir, de forma compartida, realizaban los servicios sexuales.
La banda criminal quedó desarticulada el pasado 21 de octubre, cuando se procedió al registro del local, en el que se encontraron ocho mujeres explotadas, y a la detención de Jazmín y su encargada.
La Policía se incautó durante el registro de documentación relativa a envíos de dinero, viajes, pasajes aéreos, gastos de consumiciones, relación de servicios sexuales y agendas.
Además, fueron intervenidos 120 gramos de marihuana, dos balanzas de precisión y 2.400 euros (1.801.288 pesos) en efectivo.
Las investigaciones no se han cerrado, ya que continúa la búsqueda del compañero sentimental de Jazmín y no se descartan más detenciones.
