El portavoz del Gobierno español, Íñigo Méndez de Vigo, advirtió este viernes a ETA que no va a obtener nada por desarmarse, porque "lo que tiene que hacer" es disolverse y ayudar a esclarecer la autoría de algunos de los atentados cometidos en el pasado.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Méndez de Vigo dejó claro que la posición del Ejecutivo se ha mantenido "inalterada", tras lo cual reiteró que no habrá contrapartidas por parte del Estado.
Desde el primer mandato del conservador Mariano Rajoy, la postura es la misma y el Ejecutivo asumió que lo que tenía que hacer ETA era "desarmarse y disolverse", indicó.
"No van a obtener nada de un Estado democrático como el español", enfatizó el portavoz del Gobierno, convencido de que este cuenta con el apoyo de todos los demócratas.
Méndez de Vigo consideró que lo más importante para las víctimas de la banda terrorista, con las que "siempre" estará el Ejecutivo, es que los terroristas colaboren para clarificar sus crímenes.
"Y eso es lo único que se puede decir", concluyó el también ministro de Educación español horas antes de que ETA escenifique en Bayona su desarme.
La banda terrorista ETA anunció el 20 de octubre de 2011 el fin definitivo de sus acciones violentas con las que ha matado, en las últimas cinco décadas, a unas 850 personas en su objetivo de lograr la independencia del País Vasco.
Activistas preparan en secreto entrega de armas
Decenas de activistas se reunirán en la mañana del sábado en los lugares donde debe producirse la entrega a las autoridades francesas del armamento de la banda terrorista ETA, que preparan entre grandes medidas de seguridad para evitar riesgos de detenciones, informó hoy el diario francés Le Monde.
El vespertino señaló que la entrega del arsenal etarra implicará desprenderse de "cientos de ametralladoras, de fusiles de asalto, de armas cortas, de cientos de kilos de explosivos, y de detonadores".
El arsenal sería así "ocho veces más grande" que el localizado el pasado 16 de diciembre en la localidad vascofrancesa de Louhossoa, cuando cinco activistas de la sociedad civil fueron detenidos junto a diez cajas en las que se estima que ETA guardaba el 15 por ciento de su armamento.
En concreto se estima que en aquella ocasión los autodenominados "Artesanos por la paz" pretendían "neutralizar" 29 armas cortas, 9 fusiles de asalto, 12 ametralladoras, dos granadas, más de 3.000 municiones, gran cantidad de explosivos, agentes químicos para fabricarlos, detonadores y temporizadores.
Según Le Monde, la amplitud de la operación "ha requerido la puesta en marcha de condiciones de seguridad drásticas para evitar toda filtración y todo riesgo de detención prematura".
Por eso, destaca el "blindaje total" de los activistas "que han tenido acceso a los zulos para sacar las armas de los lugares en que se encontraban, a veces escondidas en casas de particulares o en la naturaleza".
La banda terrorista emitió ayer un comunicado en el que declara que "ya es una organización desarmada", ya que "las armas y explosivos que tenía bajo su control se encuentran en manos de la sociedad civil".