El rey emérito Juan Carlos de España se reencontró este lunes con su hijo, Felipe VI, en medio de una gran expectación y polémica política, 22 meses después de establecerse en Abu Dabi debido al revuelo causado por sus negocios supuestamente irregulares en el extranjero.
Según un comunicado de la casa real española, Felipe VI y su padre mantuvieron "un tiempo amplio de conversación" en el Palacio de la Zarzuela sobre "cuestiones familiares" y "distintos acontecimientos y sus consecuencias en la sociedad española" desde que se marchó a los Emiratos Árabes Unidos.
El monarca emérito, de 84 años, se vio también hoy con la reina Letizia, así como con su esposa, la reina Sofía, su hija Elena, varios nietos y otros familiares en el Palacio de la Zarzuela de Madrid, residencia oficial de Felipe VI.
La reunión, de la que no hay fotografías, incluyó un almuerzo familiar, en el que no pudo participar la reina Sofía por dar positivo en coronavirus al regresar de un viaje a Miami (EEUU).
Juan Carlos I, que permaneció en el palacio durante 11 horas, se dirigió luego al aeropuerto de Madrid para regresar a Abu Dabi en el mismo avión privado que lo trasladó a España el jueves pasado.
El Gobierno y la casa real española no aceptaron que durmiera en el palacio, que fue su residencia durante 57 años.
"LA MAYOR PRIVACIDAD POSIBLE"
De esta manera terminó su visita privada a España de apenas cinco días, la primera desde que saliera del país, el 3 de agosto de 2020, y que ha suscitado controversia y gran interés mediático.
El Gobierno español le reprochó este lunes que culminara este primer viaje a España sin dar explicaciones sobre sus actos "nada éticos ni ejemplares" y por no haber sido "más cuidadoso" durante los días en que estuvo de regatas.
Las primeras jornadas, de amplia repercusión pública, las pasó en la localidad turística costera de Sanxenxo (noroeste español), donde fue aclamado al grito de "¡Viva el rey" varias veces por grupos de simpatizantes.
Algunos simpatizantes de la monarquía acudieron al Palacio de la Zarzuela para vitorear al rey emérito. (Foto: EFE)
También este lunes, medio centenar de personas con banderas de España lo recibieron con vítores junto al acceso principal del recinto de la Zarzuela.
En el comunicado, la casa real recuerda que el rey emérito, por voluntad propia, mantiene su residencia de "forma permanente y estable en Abu Dabi por razones personales", como comunicó a su hijo en una carta el pasado 5 de marzo.
También se remarca "su decisión de organizar su vida personal y su lugar de residencia en ámbitos de carácter privado, tanto en sus visitas como si en el futuro volviera a residir en España, para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible".
La intención de Juan Carlos I es regresar a España hacia el 10 de junio para participar en el campeonato mundial de vela de Sanxenxo, donde pernoctó desde el jueves pasado en esta visita.
MALESTAR DEL GOBIERNO
Según informaciones de prensa, la presencia del rey emérito en España y la atención que ha causado en la opinión pública y medios de comunicación provocó cierto grado de incomodidad en su hijo, Felipe VI.
Por su parte, la ministra portavoz del Gobierno español, la socialista Isabel Rodríguez, lamentó que el rey Juan Carlos haya perdido la oportunidad, en su regreso a España, de pedir perdón y dar explicaciones públicas de sus acciones. Recalcó que, con esta actitud, solo daña su propia imagen.
Según la prensa ibérica, el revuelo mediático que provocó la breve visita de Juan Carlos incomodó a su vástago. (Foto: EFE)
"¿Explicaciones, de qué?", había respondió el ex jefe del Estado el domingo, al ser consultado por los medios en Sanxenxo si pensaba darlas, en alusión a los casos por los que fue investigado y las regularizaciones fiscales que ha afrontado en España.
La Fiscalía española archivó este año las tres investigaciones que le había abierto: por supuestas comisiones millonarias por las obras del tren de alta velocidad de La Meca (Arabia Saudita), por un caso de presuntas donaciones no declaradas al fisco y otro de posible ocultación de fondos en paraísos fiscales.
Las archivó al haber prescrito los hechos o haber sucedido antes de 2014, cuando Juan Carlos I estaba protegido por la inviolabilidad como jefe del Estado.
El rey emérito efectuó dos regularizaciones tributarias en España por 5,3 millones de euros (5,6 millones de dólares) por dinero donado por amigos para sus gastos personales.
IZQUIERDA Y DERECHA, DIVIDIDAS
El partido izquierdista Podemos, que gobierna en coalición con los socialistas, demandó que Felipe VI dé las explicaciones que no dio su padre, al que acusó de "humillar" a los españoles y a la democracia, "hacer ostentación de la impunidad" y jactarse de ello.
"El horizonte republicano es la única salida", indicó la ministra de Podemos Ione Belarra en Twitter.
Por el contrario, los conservadores acusaron al Ejecutivo, que preside el socialista Pedro Sánchez, de "desprestigiar" la Jefatura del Estado, mientras la extrema derecha reprochó el "ataque político directo" contra de la monarquía por parte de los críticos con el rey emérito.