Gran revuelo causó en Madrid, España la denuncia de un joven de 20 años quien dijo haber sido víctima de una brutal agresión homofóbica el pasado domingo. Según acusó, ocho encapuchados lo atacaron con un cuchillo y le grabaron la palabra "maricón" en un glúteo. Pero ahora reveló que mintió, para que su pareja no se enterase que había sido infiel.
"Fue consentido, en casa de otra persona con la que mantuve una relación sexual", narró la supuesta víctima sobre las lesiones que constató en una comisaría, según informó El País.
Ese día llegó herido a su casa y le contó la mentira a su pareja, quien -creyéndole- le insistió en que tenía que denunciar los graves hechos.
La investigación policial se transformó en un arduo trabajo, que era muy difícil de confirmar para los oficiales a cargo: las cámaras de seguridad del lugar no mostraban nada, los vecinos no oyeron ni vieron algo extraño y no había testigos de la agresión.
Ante la presión y sospechas, el joven cambió su declaración original y confesó la verdad.
INDIGNACIÓN, MARCHAS Y LLAMADOS OFICIALES
Antes de conocerse la historia completa, el caso había causado indignación, siendo condenado incluso por el presidente de España, Pedro Sánchez.
Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior español, declaró en LaSexta que por esta falsa denuncia no se debe banalizar la homofobia, pues aún existen agresiones reales: "Si frivolizamos con lo ocurrido mucha gente se va sentir todavía más coaccionada. Esa gente que denuncia quizá [pase a] no denunciar, a quizá pensar que no se la crea. Lo único que pido es que no haya voces irresponsables".
Por el mismo motivo, diversas organizaciones que decidieron convocar a marchas contra las agresiones homfóbicas, en distintas ciudades de España, mantuvieron sus convocatorias, pues no se trata de un solo caso: "Estos últimos días también ha habido agresiones en Toledo, Melilla, Castellón y Vitoria. Todes les (sic) que están leyendo esto tuvieron que sufrir la violencia, el acoso, el miedo y el peligro de muerte", manifestaron.