Desde este lunes, y por siete días, los trabajadores pararán sus actividades en protesta por la creación de una nueva aerolínea de bajo costo.
La huelga de una semana que los pilotos de la aerolínea española Iberia comenzaron a partir de la medianoche de este lunes obliga a la suspensión de unos 240 vuelos diarios, que globalmente podrían afectar a unos 200.000 viajeros, según la compañía.
Con el paro ya iniciado, la empresa y el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) volvieron a reunirse, pero este encuentro acabó de nuevo sin un acuerdo, como sucedió con las reuniones celebradas a lo largo del pasado fin de semana.
Los pilotos presentaron una nueva oferta para desconvocar la huelga, en la que retiraban su exigencia de garantías económicas ante la puesta en marcha, en octubre próximo, de una filial de Iberia de bajo costo, llamada Catair.
La reivindicación que mantienen los pilotos es el compromiso a que el lanzamiento de esa nueva aerolínea no afectará al mantenimiento de los puestos de trabajo de los 1.900 pilotos de la compañía española.
El Sepla teme que se produzcan despidos o bajas por la creación de Catair, por lo que pidió a la dirección de Iberia que no siga adelante con el proyecto.
Según cálculos de Iberia, la huelga convocada hasta el próximo domingo 16 supondrá la cancelación de unos 1.600 vuelos, entre ellos algunos transatlánticos con destino a Ciudad de México, Miami o Nueva York. (EFE)
