El jefe de la Policía de Madrid, Emilio Monteagudo, dimitió de su cargo después de haber sido imputado por homicidio imprudente tras la muerte de cinco jóvenes en una avalancha humana en una fiesta de Halloween, el 1 de noviembre de 2012.
Fuentes del Ayuntamiento madrileño informaron de que el concejal de Seguridad y Emergencias de la ciudad aceptó la dimisión que le presentó Monteagudo.
El juez Eduardo López-Palop imputó este lunes a 16 personas, entre ellas a Emilio Monteagudo, y considera que deberían ser juzgadas por cinco supuestos delitos de homicidio imprudente y diez de lesiones.
El auto supone el final de la instrucción de un caso que motivó una gran conmoción en España porque la fiesta fue organizada por una empresa privada en un recinto público, el llamado "Madrid Arena", donde se superó con creces el aforo legal permitido.
El juez López-Palop imputó finalmente a 16 personas, en lugar de 14 como proponía la Fiscalía, ya que asumió la petición de las acusaciones particulares de llevar a juicio al jefe policial de Madrid y al coordinador jefe del departamento de Seguridad de la empresa municipal dedicada a los congresos (Madridec), José Luis Rodríguez Caamaño.
El magistrado acordó asimismo el sobreseimiento provisional para ocho personas, entre ellas tres altos cargos del Ayuntamiento de la capital.
Entre los imputados están los directivos de la empresa privada que organizó la fiesta de Halloween, incluidos los responsables de la seguridad, así como a los dos médicos que estaban en la enfermería del Madrid Arena, a quienes atribuye imprudencia grave profesional.
En el auto el juez establece que el Ayuntamiento de Madrid es responsable civil subsidiario de la tragedia, al igual que la empresa Madridec que alquiló el pabellón a las dos que organizaron la fiesta, igualmente responsables.