Juez Garzón dejó entre lágrimas la Audiencia Nacional tras su suspensión cautelar
La decisión de cesarlo de su cargo fue tomada por unanimidad por el Poder Judicial.
Magistrado ha recibido diversas muestras de apoyo de varios sectores.
La decisión de cesarlo de su cargo fue tomada por unanimidad por el Poder Judicial.
Magistrado ha recibido diversas muestras de apoyo de varios sectores.
El juez español Baltasar Garzón, artífice de la detención del ex dictador Augusto Pinochet, dejó con lágrimas su puesto en la Audiencia Nacional, tras ser suspendido cautelarmente en relación con el juicio oral que afronta por investigar los crímenes del franquismo.
El pleno del órgano de Gobierno de los jueces españoles, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), acordó este viernes la suspensión cautelar de sus funciones para Garzón, decisión adoptada por unanimidad de los 17 vocales y el presidente del CGPJ, Carlos Dívar.
Durante la celebración del pleno que decidía sobre la suerte del controvertido magistrado, familiares de víctimas del franquismo se concentraron frente a las puertas del CGPJ en apoyo de Garzón.
"El pleno ha acordado por unanimidad hacer efectiva la suspensión cautelar de sus funciones del magistrado titular del juzgado central de instrucción numero 5 de la Audiencia Nacional" fue lo que dijo la portavoz del tribunal, Gabriela Bravo.
El mismo apoyo lo tuvo el juez cuando, tras conocerse la noticia de la suspensión cautelar, abandonaba entre lágrimas (las suyas también), vítores y aplausos de sus compañeros la Audiencia Nacional, 22 años después de cruzar sus puertas por primera vez como magistrado.
La suspensión de Garzón podría durar como mínimo seis meses y como máximo 20 años, pero esto no significa exactamente que vaya a perder su puesto: hay que esperar si es condenado o absuelto.
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, reiteró el respeto del Ejecutivo a las decisiones del CGPJ y también reclamó que se respete la presunción de inocencia de Garzón.
Por su parte, las asociaciones de jueces españolas coincidieron en señalar que la decisión de suspender a Garzón era la "única" que se podía adoptar con lo que marca la ley.
No pensaron así diferentes colectivos sociales, como la plataforma de artistas contra la impunidad del franquismo, que consideró el procedimiento abierto contra Garzón como un "proceso contra las víctimas".
En ese sentido, habló también el premio Nobel de Literatura José Saramago, quien dijo que "las lágrimas del juez Garzón son hoy mis lágrimas".
En cambio el sindicato ultraderechista Manos Limpias, uno de los acusadores de Garzón, calificó de "triunfo de la ley" la suspensión cautelar del juez y recordó que no tiene la categoría moral de los jueces antimafia italianos, pues éstos "jamás utilizaron la Justicia en beneficio propio ni se dejaron utilizar por el poder político de turno"