Francisco José Garzón fue dado de alta este sábado y trasladado hasta una unidad policial.
Según la ley, debe enfrentar a la Justicia antes de la tarde de este domingo.
El maquinista del tren accidentado fue trasladado hasta una unidad policial.
El conductor del tren que descarriló el pasado miércoles en Santiago de Compostela, España, Francisco José Garzón, recibió este sábado el alta médica y fue trasladado hasta una unidad policial, donde se le comunicó la imputación por el delito de homicidio por imprudencia.
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, hizo el anuncio ante la prensa en una comisaría de Santiago y con anterioridad, en una visita al lugar del accidente, se había limitado a justificar la detención del maquinista con el argumento de que habían "claros indicios para ello", sin dar más detalles.
Fernández Díaz confirmó que el conductor del convoy será puesto a disposición judicial antes de la tarde de este domingo, plazo límite de las 72 horas en las que, según la ley, puede estar como detenido en manos de la Policía.
Ante los agentes que lo interrogaron este viernes en el hospital en el que estaba ingresado, Garzón se acogió a su derecho legal a no declarar y optó por guardar silencio. Además, ha rechazado recibir ayuda psicológica.
El accidente costó la vida a 78 personas, de las que ya fueron identificadas 75, informó este sábado el ministro Fernández Díaz y se espera que a lo largo de la jornada puedan ser identificadas las tres personas que faltan gracias al cotejo de las pruebas genéticas de ADN, añadió el secretario de Estado.
Preocupa el estado de salud de 31 heridos
Un total de 71 personas heridas en el accidente siguen hospitalizadas, de las que los casos más preocupantes son los de 31 que están diagnosticados como críticos, informaron las autoridades sanitarias de Galicia.
De los casos críticos, 28 son adultos y tres menores de edad y aparte de españoles, que son mayoría, hay nacionales de Argentina, Venezuela, Colombia, Perú, Estados Unidos y Reino Unido.
