Las pruebas biológicas demostraron que Pilar Abel no era hija del artista.
Aseguró que tiene "otra baza" o mano de naipes.
"Según dicen es negativo pero aún tengo que verificarlo, ¿no?", manifiestó.
Acusando "mano negra", Pilar Abel -que reclama ser hija del pintor Salvador Dalí- no se sorprendió al conocer que las pruebas biológicas demostraban que no era hija del artista, pero aseguró a EFE que tiene "otra baza" (mano de naipes): "Voy a luchar".
La mujer, nacida en 1956, alega que fue fruto de una relación que mantuvo su madre con Dalí, a quien conoció cuando trabajaba con empleada de una familia que pasaba temporadas en Cadaqués, Gerona, y un juzgado autorizó la exhumación en julio pasado de los restos del artista, después de 28 años muerto.
Finalmente, el pasado miércoles Abel recibió la noticia de que las pruebas biológicas demuestran que su ADN y el del genio del surrealismo no coinciden. "Según dicen es negativo pero aún tengo que verificarlo, ¿no?", manifiestó, con dudas de que se haya respetado la cadena de custodia de las muestras y por eso quiere que se le facilite el soporte documental de dicha cadena.
Pilar ve "una mano negra o 20" en su caso y aunque confía "en la juez y en la Justicia", cree que hay intereses por que no se demuestre que ella es la hija del pintor; sin embargo, no se amedrenta ni se desanima por ello, aunque reconoce que lamenta cómo "fue tratada la juez" al ordenar la exhumación.
"Como ciudadana española tengo derecho a saber mi identidad, no porque sea Salvador Dalí. Aquí se ha puesto en duda la palabra de mi madre", asegura Pilar, quien repite una vez más que no le mueven intereses económicos.
Desde que en 2007 su madre le reveló que había mantenido una relación sentimental con Dalí, Abel se ha sometido a cuatro pruebas de ADN en España y Francia, algunas de ellas alentadas por "terceras personas y mensajeros", cuyos resultados nunca ha conocido, salvo la última, que dio negativo.
El 18 de septiembre debe asistir al juicio por la demanda de paternidad, a no ser que finalmente se suspenda, como ha pedido su abogado. Sea lo que sea, Pilar lo tiene claro: "He luchado once años, ¿Crees que me voy a parar aquí?".
