Piden 40 años de cárcel para madre acusada de congelar a dos bebés
Las víctimas nacieron vivas y psiquiatras forenses han descartado que la acusada sufra una enfermedad mental.
La acusada, Sara L. H., arriesga 40 años de prisión.
Las víctimas nacieron vivas y psiquiatras forenses han descartado que la acusada sufra una enfermedad mental.
La acusada, Sara L. H., arriesga 40 años de prisión.
La Fiscalía de Sevilla, en el sur de España, pidió 40 años de cárcel para Sara L. H., acusada de matar y congelar a sus dos hijos recién nacidos, caso en el deberá responder ante la Justicia por los delitos de asesinato con la agravante de parentesco.
Los cadáveres fueron encontrados por el marido de la acusada en noviembre de 2012 en su domicilio de Pilas (Sevilla) y los informes de las autopsias indicaron que los bebés muertos nacieron vivos tras un embarazo de unas 40 semanas y que respiraron antes de fallecer por asfixia.
La Fiscalía pide, además, una indemnización de 300.000 euros (230 millones de pesos chilenos) para su marido y de 30.000 euros (23 millones chilenos) para cada uno de sus dos hijos mayores.
La acusación particular solicita la misma pena, mientras la defensa pide la absolución de la mujer de 37 años.
El próximo lunes está previsto que las partes presenten sus informes ante el jurado, que después tendrá que deliberar para emitir un veredicto.
"Sabía lo que hacía"
La petición de penas definitivas se produjo tras la tercera jornada del juicio, en la que declararon dos psiquiatras y una forense del Instituto de Medicina Legal de Sevilla, así como un forense y una psicóloga propuestos por la defensa.
Los psiquiatras forenses descartaron con un 100 por ciento de certeza que la acusada padezca una enfermedad mental. Aseguraron que la mujer mantiene sus capacidades de conocer y querer y que "hizo lo que hizo sabiendo lo que hacía" y de forma "libre".
Aunque una psicóloga de la defensa señaló que es posible que Sara sufra lagunas amnésicas y no recuerde el segundo de los embarazos de los bebés, tal como asegura la acusada, los psiquiatras rechazaron esta posibilidad.
Los especialistas tampoco creen que la mujer actuara presionada por su marido, al que la acusada reprochó que hiciera su vida "entre el trabajo y el bar".
Dice haberle ocultado el embarazo por miedo a que la obligara a abortar, pues ella ya había interrumpido dos gestaciones de manera voluntaria en el pasado.