Sindicatos españoles advirtieron que la reforma laboral no generará empleos
La medida es "desequilibrada", sostuvieron los dirigentes.
Recalcaron que se puso el acento en hacer "más barato y fácil" el despido.
La medida es "desequilibrada", sostuvieron los dirigentes.
Recalcaron que se puso el acento en hacer "más barato y fácil" el despido.
Los líderes de Comisiones Obreras (CCOO), Ignacio Fernández Toxo, y de la Unión General de Trabajadores (UGT), Cándido Méndez, se reunieron con la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, para advertirle al Gobierno que la reforma laboral aprobada por decreto ley el pasado viernes no creará empleo a corto plazo y puede tener aspectos inconstitucionales.
Los dos dirigentes, que convocaron movilizaciones en todo el país contra dicha reforma a partir del próximo domingo, dijeron ante la prensa que señalaron a la ministra que la reforma laboral aprobada es desequilibrada, va a ser inútil para generar empleo y puede tener aspectos inconstitucionales.
Según Méndez, le comunicaron a la secretaria de Estado que las medidas aprobadas abren un camino "erróneo, injusto y muy peligroso para superar la situación de crisis" que vive el país, mientras que Toxo señaló que la reforma es inútil para crear empleo a corto plazo y está desequilibrada porque sólo favorece a los empresarios.
El líder de Comisiones Obreras advirtió además que los servicios jurídicos de ambos sindicatos están estudiando algunos puntos del real decreto-ley que podrían ser recurridos ante el Tribunal Constitucional.
Ambos representantes reprocharon el desequilibrio de la reforma, ya que consideran que se puso sobre todo el acento en hacer "más barato y fácil" el despido.
En tanto la ministra de Empleo defendió la reforma, sobre la que dijo es equilibrada y constitucional, completa y no va contra nadie, sino que busca dar más oportunidades a los 5,3 millones de parados que tiene España.
En este contexto, señaló que con la anterior legislación laboral se destruyeron 2,7 millones de empleos, cifras ante las cuales el Gobierno tenía que actuar pensando en los desempleados y especialmente en los jóvenes, entre los cuales el paro alcanza el 48 por ciento.