La Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) pasará a llamarse a partir de ahora Macedonia del Norte, luego que el Parlamento griego ratificara el correspondiente acuerdo por mayoría absoluta.
El denominado Acuerdo de Prespa recibió el respaldo de 153 de los 300 diputados de la Cámara, de los que 145 proceden de las filas del partido gubernamental, el izquierdista Syriza; los restantes ocho son parlamentarios independientes, del centro o disidentes de las filas del ex socio de Gobierno, los nacionalistas Griegos Independientes.
El uso de este nuevo nombre es vinculante para todos los países y organismos internacionales, incluidos el más de centenar de naciones que llamaban a esta antigua república yugoslava simplemente Macedonia.
El acuerdo firmado a orillas del lago fronterizo de Prespa en junio del año pasado contempla además que el gentilicio y la lengua sean el macedonio.
Críticas de la oposición
Esto último ha suscitado las mayores críticas entre la oposición, que acusó al Gobierno de haber hecho demasiadas concesiones ante Skopje porque estos términos no incluyen ningún complemento geográfico.
El primer ministro, Alexis Tsipras, hizo en su intervención una nueva defensa del acuerdo que, dijo, constituye el punto de partida de una nueva era de estabilidad y progreso en los Balcanes.
Tsipras acusó a la oposición de no respaldar el Acuerdo de Prespa por intereses partidistas y no tanto por estar en contra del compromiso en sí.
En ese contexto, acusó a la conservadora Nueva Democracia de "hipocresía" y afirmó que "su problema no es el acuerdo, sino Syriza", el partido de Tsipras, y que por ello optó por asumir una retórica extremista.
El líder de Nueva Democracia, Kyriakos Mitsotakis, sostuvo que el acuerdo es un "error" y afirmó que si gana las elecciones se reservará el derecho de vetar la entrada de Macedonia del Norte en la Unión Europea, a la vista de que no puede cancelar el acuerdo en sí mismo.
La recta final del debate estuvo acompañada de una nueva manifestación nacionalista en la plaza de Syntagma, a los pies del Parlamento, si bien la concentración, que se celebró en medio de una intensa lluvia, no superó el medio centenar de personas.
El jueves por la tarde se habían concentrado en ese mismo lugar unas 3.000 personas, y el domingo unas 60.000.
Las protestas se dirigen contra el uso de un nombre que consideran exclusivo de una región en el norte de Grecia y patrimonio exclusivo del helenismo.