El gobierno austriaco anunció este viernes que instalará una valla de 3,7 kilómetros de longitud en el paso de Spielfeld, en la frontera con Eslovenia, para asegurar la entrada ordenada de los refugiados que vienen por la ruta de los Balcanes.
Las autoridades han optado por una valla de tipo G-7, un sistema de protección hecho con tela metálica que se suele usar para bloquear accesos en grandes cumbres internacionales, pero que no es una cerca con alambre de espino.
Así lo explicó en conferencia de prensa el director general para la Seguridad Pública, Konrad Kogle, quien matizó que se podrían llegar a colocar rollos de alambre de espino en situaciones de emergencia, por ejemplo si cientos de personas tratan de pasar al mismo tiempo los controles fronterizos.
En cualquier caso, Kogle afirmó que siempre se actuará siguiendo el principio de proporcionalidad.
El cercamiento de casi cuatro kilómetros tardará unos dos meses en estar listo.
La ministra del Interior de Austria, Johanna Mikl-Leitner, informó que, a pedido de Eslovenia, se ha abandonado de momento el plan de construir una valla de 25 kilómetros en la frontera común.
De todas formas, el gobierno austriaco había anunciado anteriormente su intención de instalar algunas medidas de protección en la frontera para asegurar la entrada ordenada de refugiados pero sin cerrar la linde.