Traficantes cobraban entre 250 y 300 euros a cada refugiado.
La ministra del Interior, Johanna Mikl-Leitner, aseguró que para acabar con el tráfico de personas se deben crear "rutas legales".
Refugiados llegan a Austria desde Eslovenia.
Las autoridades austríacas anunciaron este jueves la detención de 17 supuestos traficantes de personas que habrían transportado entre febrero a septiembre a unos 1.800 refugiados de Serbia a Austria.
Los traficantes cobraban entre 250 y 300 euros (entre 198 mil y 226 mil pesos chilenos) a cada refugiado para llevarlos desde Serbia, a través de Hungría, hasta suelo austríaco, informó en conferencia de prensa la ministra del Interior, Johanna Mikl-Leitner.
Se estima que la banda logró con esta práctica ingresos de medio millón de euros, aunque en los registros efectuados sólo se han localizado 50.000.
Además, la Policía ha incautado seis vehículos que se usaban para transportar a los refugiados.
Grupos en entre 10 y 15 personas eran llevados en furgonetas precedidas por otros vehículos, cuya misión era asegurar que no había controles policiales.
La banda tenía departamentos arrendados en Viena para que los conductores pudieran descansar entre trayectos.
Mikl-Leitner describió la lucha contra los traficantes de personas como un "trabajo de Sísifo", el personaje mitológico castigado a subir una y otra vez una pesada piedra hasta la cumbre de una montaña.
"Los traficantes nos seguirán dando trabajo los próximos meses", dijo la ministra, quien defendió que la mejor forma de acabar con el negocio del tráfico de personas es crear "rutas legales" por las que los refugiados puedan llegar a Europa.
