Los jóvenes, de entre 7 y 21 años, sólo tienen permitido salir hasta el jardín de su casa.
El hombre amenazó con derramar "su sangre o la de sus hijos" si alguien intenta quitárselos.
"Mis hijos saben cosas importantes como, por ejemplo, que fumar es malo", indicó Devnozashvili.
Un georgiano impide desde hace casi una década a sus ocho hijos salir a la calle para "protegerlos de la mala influencia de la sociedad", informaron este lunes medios locales.
"Los hago hombres yo mismo, les enseño lo que considero necesario, no les hace falta ni química ni física", dijo el georgiano Amirán Devnozashvili a los periodistas, congregados frente a la entrada en su casa.
La localidad donde mantiene secuestrados a sus ocho hijos - tres niños y cinco niñas entre siete y 21 años - se halla a 320 kilómetros al noroeste de la capital georgiana, en la provincia de Racha-Lechkhumi y Kvemo Svaneti.
"Mis hijos saben cosas importantes como, por ejemplo, que fumar es malo", indicó Devnozashvili, sin dejar que los medios de comunicación se asomen al patio de su hogar, el único sitio donde desde 2010 salen a pasear sus ocho hijos.
La privación de libertad de los niños ha provocado fuertes críticas de trabajadores sociales y vecinos de la localidad, que sin embargo no han logrado influir en la situación, como tampoco lo logró la orden judicial emitida por un tribunal de la zona.
Devnozashvili advierte que si alguien intenta quitarle a sus hijos, llegará "hasta el final, derramaré la sangre, sea mía o la de mis hijos, pero no se saldrán con la suya".
La policía por el momento rechaza referirse a la situación, aduciendo que se trata de un tema "delicado y sensible".
