El primer ministro griego, Alexis Tsipras, defendió las reformas de su primer año de gestión, y mientras que la calle revive la protesta contra los recortes de años anteriores, el líder izquierdista aseveró que el rescate que firmó Grecia hubiera sido mucho más duro con un gobierno conservador.
"Asumimos responsabilidades no solo para el pueblo griego sino para todos los pueblos de Europa... Estamos orgullosos de las batallas que vamos a seguir dando contra la adversidad", dijo Tsipras en un discurso pronunciado en un estadio de Atenas con motivo del primer aniversario del triunfo de Syriza en las urnas.
Aseguró sentirse orgulloso de haber resistido a las presiones que querían una salida de Grecia del euro y de haber firmado un rescate "difícil" pero que ha permitido evitar los despidos colectivos, bajadas salariales y desahucios.
"Si hubiéramos optado por el Grexit, no solo habríamos fracasado sino habríamos convertido a nuestros compañeros en el resto de Europa de críticos de la austeridad a promotores de ella", afirmó el líder izquierdista, quien se mostró convencido de que después de Portugal también en España se formará un gobierno de "fuerzas progresistas".
Durante su intervención mencionó repetidamente a Portugal y España y afirmó que la lucha de Syriza no solo sirvió a Grecia sino también para empujar las fuerzas progresistas en estos países a luchar contra las políticas de austeridad.
Pese a reconocer que el rescate firmado el pasado verano trajo muchas medidas dolorosas, Tsipras recordó que es el primero de los tres que lleva Grecia que ha contado con la aprobación del pueblo en las urnas.
Sostuvo además que la opción firmada por la coalición de Syriza y los nacionalistas Griegos Independientes es mucho más suave de cualquiera de las que hubiera pactado un gobierno conservador, pues, dijo, se han evitado superávit primarios excesivos, despidos colectivos o desahucios de primeras viviendas.
Tsipras dedicó buena parte de su discurso a criticar la actitud de bloqueo de la oposición a las reformas y emplazó al nuevo líder conservador, Kyriaks Mitsotakis, a revelar cuáles serían sus planes alternativos para una reforma fiscal y de pensiones.
La reforma de pensiones, que todavía no ha recibido el visto bueno de los acreedores, se ha convertido en uno de los puntos más controvertidos de los planes del gobierno, que hasta ahora no ha logrado el respaldo de la oposición a este proyecto, pese a varios intentos de lograr una solución consensuada.