El primer ministro griego, Alexis Tsipras, consiguió este miércoles el apoyo del parlamento en una cuestión de confianza solicitada por él tras romperse la coalición con los nacionalistas, a raíz de desavenencias sobre el acuerdo alcanzado con la vecina Macedonia sobre el nombre del país.
"El gobierno pide un voto de confianza para continuar sus esfuerzos. Queremos una mayor reducción del desempleo, aumentar el salario mínimo, completar la reforma de la Constitución. Este es el trabajo que tenemos por delante", dijo Tsipras al cerrar el debate y tras recalcar que el propósito de esta solicitud era contar con el respaldo absoluto de los diputados para continuar esta labor.
La votación se saldó con 151 votos a favor del gobierno liderado por Tsipras, tras dos días de debate en el que el líder del partido izquierdista Syriza defendió el acuerdo de Atenas y Skopje como estabilizador de la región y subrayó la necesidad de completar su mandato para impulsar la agenda social tras la salida de los programas de ayuda financiera.
"Con el acuerdo de Prespa (nombre del lago donde se firmó el documento para rebautizar Macedonia), todos asumiremos nuestras responsabilidades frente a la historia", añadió Tsipras.
Tsipras consiguió asegurar esos 151 apoyos gracias a los 145 diputados de Syriza y seis de diversos grupos, expulsados de sus partidos.
Tras este espaldarazo, Tsipras pretende aguantar como primer ministro hasta octubre, para poder completar estos planes e intentar resarcirse antes de las elecciones con el pueblo griego, que le erigió primer ministro cuando era un soplo de aire puro y rebeldía y que ha sufrido bajo su mandato el corsé de recortes impuestos por los acreedores del país.
El líder de la oposición, el conservador Kyriakos Mitstotakis, le acusó de vender un "cuento de hadas" y señaló que durante su mandato "aumentó el número de pobres y los hizo mas pobres".
Tras haber superado esta prueba, el parlamento tendrá que ratificar dentro de unos días el acuerdo de Prespa, recién votado en la cámara de Skopje, que abrirá a la renombrada Macedonia del Norte las puertas de la OTAN y de las negociaciones de adhesión en la Unión Europea (UE).
La victoria de Tsipras en la cuestión de confianza, cuyo debate ha estado estrechamente relacionado con el futuro de las relaciones con Skopje, hace esperar que el acuerdo se ratifique también con 151 votos.