Cuatro ballenas piloto aparecieron muertas este lunes en una playa del condado de Donegal, en el noroeste de Irlanda, donde un grupo de activistas locales lograron salvar la vida de otras nueve y devolverlas al mar.
En torno a un centenar de personas participó en las labores de rescate de un grupo de estos cetáceos que quedó varado en la arena de la playa de Ballyness, en la localidad de Falcarragh de ese remoto condado irlandés.
Una de las ballenas que fue rescatada con éxito presentaba inflamaciones e hinchazones en la piel, lo que sugiere que pudo enfermar y, en su empeño por llegar hasta aguas poco profundas, arrastró también al resto del grupo.
Los socorristas improvisados ataron cuerdas a las aletas de los animales, de unos cinco metros de longitud, y los arrastraron hasta el mar para tratar de reavivarlos, según explicó el concejal local Seamus O'Domhnaill, quien participó en la operación.
Las cuatro ballenas muertas fueron sacadas de la playa con palas excavadoras tan pronto como fue posible, para evitar que el resto intentara regresar en su búsqueda, según el concejal.
El Grupo Irlandés de Delfines y Ballenas (IWDG, en sus siglas en inglés) recordó que este incidente es el decimotercero que se registra en el condado de Donegal durante este año.
Según esta asociación, las operaciones de rescate de ballenas varadas son extremadamente difíciles, incluso cuando se dispone de mucha mano de obra para ayudar, de buen equipamiento y de experiencia, por lo que resaltó el éxito del grupo de activistas locales que logró reflotarlas.