El ataque armado en la capital dejó siete fallecidos y 15 heridos.
Posteriormente, la balacera en la isla de Utoya dejó al menos 80 víctimas fatales.
El balance de víctimas fatales del doble atentado perpetrado el viernes en Oslo y en la vecina isla de Utoya asciende ya a 87 personas, de las cuales 80 corresponden al ataque registrado en un campamento juvenil laborista y tras el que se detuvo a un noruego de 32 años.
El ataque en la isla -que deja al menos 80 víctimas fatales-, que la policía describió como de dimensiones "catastróficas", ocurrió dos horas después del atentado con coche bomba en el complejo gubernamental de Oslo, en que murieron al menos siete personas.
Un noruego de 32 años fue detenido tras la matanza de la isla, presuntamente responsable de ambos ataques, el cual de forma extraoficial fue identificado como Anders Behring Breivik, nombre que en Twitter se transformó en trending topic mundial.
La matanza en el campamento de las juventudes laboristas se produjo tras entrar en él un hombre con uniforme de policía que abrió fuego a discreción.
El diario noruego VG afirmó que el presunto agresor estaba vinculado a los ambientes de la ultraderecha y que había publicado mensajes en internet declarándose nacionalista y enemigo de la sociedad pluricultural.
En una anterior conferencia de prensa, las fuentes policiales habían informado de que se partía de la base de que los atentados no eran atribuibles al terrorismo internacional, sino a una variante local afín a los movimientos antisistema.
Los ataquesEl primero de los ataques, en la capital, fue perpetrado a las 13:20 GMT del viernes (09:20 hora de Chile) al estallar una potente bomba en el complejo del Gobierno, situado en el centro de Oslo, donde murieron siete personas y quince resultaron heridas.
Dos horas después ocurrió la matanza del campamento de las juventudes laboristas (UAF) en la isla de Utoya, a unos 20 kilómetros de la capital.
En ese momento se encontraban en esas colonias unas 560 personas y estaba previsto que este sábado las visitara el primer ministro noruego, el socialdemócrata Jens Stoltenberg.
Medios noruegos informaron que, tras irrumpir el agresor y abrir fuego se desató el pánico y algunos de los jóvenes concentrados trataron de huir a nado. Por el momento se ignora si el detenido actuó solo o si hay otros implicados.
