El Partido de la Libertad (PVV), la derecha radical de Geert Wilders, logró cerrar la composición de un nuevo gabinete en Países Bajos, en el que tendrá representación mayoritaria, y podrá gobernar junto a tres partidos de derechas y un primer ministro sin carrera política, Dick Schoof, con promesas de respetar el Estado de derecho.
Wilders, que renunció a su aspiración de dirigir personalmente el país para desbloquear la negociación con sus socios políticos, señaló que se siente "superorgulloso" de que su partido vaya a estar en el centro del poder en la próxima legislatura, que empieza mañana, tras la toma de posesión del nuevo Ejecutivo.
"Mañana haremos historia. ¡Entonces habrá un nuevo gabinete con nada menos que cinco ministros del PVV como el partido más grande!", señaló Wilders, que continúa usando su cuenta oficial en X (antes Twitter) para comunicarse con la sociedad, ante su reticencia a otorgar entrevistas, aunque no se sabe si esa dinámica cambiará ahora que su partido está en el gobierno.
El gabinete tendrá 15 ministerios, cinco para la derecha radical del PVV, cuatro para los liberales del VVD, cuatro del democristiano NSC y dos del partido de los campesinos BBB.
El equipo tendrá que elaborar, una vez tome posesión, los detalles del programa de gobierno, que deberá basarse en el pacto alcanzado por los cuatro partidos a mediados de mayo y que solo define las líneas generales acordadas por los socios.
Además de renunciar a dirigir el gobierno, Wilders se comprometió al principio del diálogo a dejar de lado propuestas contrarias al Estado de derecho, como el cierre mezquitas y la prohibición del Corán, pero su victoria en las elecciones del pasado noviembre se debe precisamente a su promesa de mano dura con la inmigración, el asilo y la cooperación al desarrollo, ministerios que han quedado en manos de su partido y de ministras controvertidas.
El propio Wilders cargó contra el islam la semana pasada como "una religión repugnante, despreciable, violenta y odiosa" y defendió que el uso de este vocabulario entra dentro de su derecho a la "crítica religiosa" y después de "20 años de protección" por amenazas de individuos islamistas radicales.
Los ministros dedicarán este verano a elaborar el programa de gobierno, un reto que podría ser aún más complicado que la formación del gabinete, pues incluye ideas como un recorte del 22 por ciento entre los empleados de la administración pública y la reducción de la inmigración solicitando a Bruselas una "cláusula de exclusión" de las políticas comunitarias.
Despedida de Rutte
El liberal Mark Rutte representó este lunes a los neerlandeses por última vez, tras 14 años de legislaturas.
En un discurso de despedida este domingo, el liberal asumió "la responsabilidad personal" por "muchas cosas que salieron mal bajo su supervisión" y aseguró sentirse "melancólico" por tener que dejar el gobierno de Países Bajos, que tildó de "un país maravilloso".
"Hace unos días vi en el periódico una foto de mí mismo de mis primeros días como primer ministro. Fue, digámoslo así, un tanto confrontante. Desde entonces han aparecido algunas canas y algunas arrugas. Y espero también un poco más de veteranía (...) He tenido la oportunidad de presenciar de cerca las cosas más bonitas, pero también los eventos más tristes y difíciles", dijo.
Subrayó dos de los grandes escándalos que involucraron a su gobierno: la gestión de los daños causados por los terremotos provocados por las actividades de extracción de gas natural en la provincia de Groninga y el escándalo de discriminación institucional en las ayudas para el cuidado infantil, lo que llevó a la dimisión de su penúltimo gobierno en 2021.
Sin embargo, señaló la tragedia del MH17, el derribo del vuelo malasio en el este de Ucrania en 2014 con 196 neerlandeses a bordo, como el evento "más impactante y emocional de todo su mandato" y que, además, cambió su "perspectiva personal del mundo" y evidenció la importancia de que Países Bajos esté integrado en la Unión Europea y la OTAN, para "no estar solos en un mundo lleno de inquietud y amenazas".
"Cuidémonos unos a otros. Cuento con vosotros. Ha sido un honor ser vuestro primer ministro. Y lo he hecho con increíble placer. Gracias. Gracias. Gracias", concluyó Rutte. Ahora se tomará tres meses de vacaciones, antes de asumir formalmente su nueva misión: mantener a todos los países de la OTAN remando hacia la misma dirección como su próximo secretario general.
